Cinco Sentidos.

📍Capítulo 01📍

Hablar con las paredes se ha vuelto mi consuelo, porque sé que con ellas puedo hablar y no me traicionaran... Nayeli Cruz.

Camile Roussel.

Me despierto y lo primero que hago es pasarme la mano por la cara. Nuevamente soñé con él, pero ¿por qué no puedo ver su rostro? Solo veo su sonrisa, nada más, pero no sé quién es el chico de mis sueños. Gruño con frustración.

Siento como empiezan a tocar la puerta de mi habitación. Ann, mi tutora, habla amable como siempre y dice que va a entrar. Después de unos segundos, entra con una sonrisa. Yo estoy todavía bajo las mantas.

ㅡDespierta, Camile. Llegarás tarde en tu primer día. ㅡElla me dice con una sonrisa. Se le podrá tener cariño a alguien que ha estado en tu vida por dos años. Bueno, yo se lo tenía a Ann. Ella había cuidado de mí desde que...

Me siento en la cama frotándome los ojos. La miro con una sonrisa y le contesto.

ㅡEs el primer día, ¿tengo que ir? ㅡLe señalo risueña con lenguaje de señas. No quiero ir, pero Ann dice que me irá bien, que es por mi futuro.

A ella la miro como un pequeño ángel guardián. Camina hacia la salida de la habitación y me sonríe antes de decir.

ㅡSabes muy bien que conseguir un lugar en ese instituto es costoso, debido a la alta demanda de estudiantes presentando solicitudes de ingreso. ㅡrespondió con una aburrida seriedad en su tono, tanto como en su rostro arrugado. Negué con la cabeza mientras ocultaba una sonrisa.

Estoy entredormida, pero lo que no recuerdo es cómo Ann consiguió un lugar tan prestigioso y preguntas señalando.

ㅡ¿Cómo conseguiste un lugar para mí? ㅡSeñalo intrigada por saber una respuesta, ella no ha querido decirme nada.

ㅡYo tenía una sobrina muy parecida a ti, también creció sin padres. Cuando ella falleció, un amigo suyo me prometió que me ayudaría en todo lo que les pidiera, así que ahora, varios años después, le pedí su ayuda para inscribirte. ㅡella suspira triste, creo que ella está ocultando algo, pero no se lo quiero preguntar ni llenarla de preguntas que no contestará.

Ella ha estado conmigo desde que pasó lo que pasó, pero cada vez que intento hablar de ello, ella solo niega con nostalgia, como si quisiera ocultar algo.

ㅡHan pasado muchísimos años, ahora estoy vieja. ㅡLe sonrío por lo que dijo.

Sé que ella intenta estar fuerte por mí, ¿no quiere hacerme sufrir? No entiendo qué más quiere, si ya perdí a mis padres, no tengo nada más por lo que llorar, pero ella siempre intenta no hacerme sentir triste. Pienso en decirle algo al respecto para animarla, y lo que le digo es.

ㅡSeñora Ann, ¡gracias por salvarme! ㅡLe hice las señas y ella sonrió negando con la cabeza. Le regalo una sonrisa y ella dice.

ㅡTienes que agradecerle a la doctora que te salvó. Ella me pidió que sea tu protectora luego del trágico accidente.

La doctora, ¿por qué no recuerdo nada de ella? ¿Quién es? ¿Qué pasó? Empiezo a intentar recordar el momento en el cual la doctora me salvó la vida, pero solo puedo recordar sombras, y a un chico vestido de blanco... y el nombre de la doctora. Lo único que recuerdo hasta ahora es su nombre.

ㅡ¡Tranquila! Estás a salvo, mi nombre es Margot, y soy doctora. ㅡLa voz de la doctora hace eco en mi cabeza, recordando.

Pero salgo de mis pensamientos cuando Ann habla de nuevo. ㅡYa vístete, llegarás tarde. ㅡAnn sonríe y sale de la habitación.