Capítulo cinco: Vacío

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Capítulo cinco: Vacío

A Jaskier le impidieron el paso para recuperar su cuaderno.

¡Necesito anunciar algo! ¡Pongan mucha atención! ¿Han notado que nuestro gran héroe de bachillerato, aquel que nos llevará a alcanzar la gloria hoy en día se ha juntado con un perdedor?- preguntó la chica


Todos empezaron a reírse.

¡Hey!- grito Geralt, no se sabe si por defender a Jaskier o defenderse a sí mismo

¡Aún no terminó! Pues verán... ¡El pequeño músico se las traía! Pues deben de saber que él está completamente enamorado de Geralt- La chica abrió el cuaderno de Jaskier enseñando dos hojas, en una de ellas estaba un trazo del rostro de Geralt y en otro un poema


Todos los presentes se sobresaltaron, algunos escupieron sus bebidas, otros se ahogaron, otros rieron a carcajadas, otros abuchearon a la pareja, otros señalaban y reían a los dos individuos exhibidos, había de todo tipo de reacción y sonidos ante la noticia.

¡Y recito! Pero su amor es injusto como un ladrón, se roba mi razon, comete cada traicion... de anhelo angustia y lujuria, ella son malas noticias, entonces dime amor... esta es la historia, ella lo destruirá con un dulce beso... bla, bla, bla...- la chica termino la cancion de Jaskier a carcajadas


Geralt miraba confundido a Jaskier, quien no podía apartar su mirada.

¿Entonces Geralt?- dijo uno de los amigos de Geralt

¿Correspondes el amor de tu querido músico?- preguntó otro amigo


Que asco, que horror, es repugnante, no puede ser, ¿es en serio? no, no, claro que no... esto no puede estar pasando, que chistoso, lo mejor que ha pasado en la fiesta, muero de risa, me meo, me muero, que horror, que tragedia, pobre, se lo merecía, ya era hora... - y mas frases se escuchaban por toda la fiesta por parte de los espectadores.


horror, tragedia, asco, repugnante, no, patético...- eran las palabras que más resonaban en la cabeza de Geralt al ser escuchadas por parte de los presentes.


Tch... no molesten... que asco- dijo Geralt tomando un sorbo de su bebida ignorando a Jaskier


La chica le aventó el cuaderno a Jaskier, el chico sin dejar de mirar a Geralt tomó su cuaderno y no pudo contener más sus lágrimas. La gente ya se estaba burlando de sus sentimientos y ahora por no poder contener sus emociones empezaron a abuchearlo más, le aventaron sus bebidas alcohólicas y le exigieron que se marchara. Jaskier no dudo un segundo más y sale de la fiesta llorando con su cuaderno.

Geralt es abrazado por sus amigos y lo felicitan por regresar a como era antes, un bravucón como ellos.

Cuando la fiesta acabó, la chica que humilló a Jaskier le pidió el número telefónico a Geralt pero este simplemente la empujó y se largó de la casa. Cuando llegó a casa su familia le preguntó sobre su noche y sobre Jaskier pero este no pudo contestar y se encerró en su cuarto, pensó en llamar o mensajear a Jaskier pero decidió no hacerlo.

Al día siguiente Jaskier no asistió a clases. Geralt no lo llamó ni mensajeo, ni ese día, ni el siguiente ni el siguiente a ese. Al cuarto día Geralt se acercó a las dos mejores amigas de Jaskier quien tenían una mirada cansada y preocupada, pero en el momento en que las chicas sintieron la presencia del deportista se marcharon. Geralt no tenía el valor de llamar a Jaskier.

Había pasado una semana, en unos pocos días ya iba a ser el torneo de Geralt y de verdad quería que Jaskier asistiera, pero no tenía idea de lo que le ocurría al músico. Así que finalmente decidí llamarlo.

El celular de Jaskier estaba vibrando en las manos de Jaskier, en su pantalla se veía el nombre de Geralt, Jaskier deja caer su celular al precipicio, pues Jaskier se encontraba sentado en un puente peatonal que tenía un gran precipicio por debajo de él.

Jaskier empezó a tener dificultad en respirar, pensaba en todo lo que había ocurrido en su vida, sus padres rechazándolo y echando de casa, abuelos que solo se presentaban económicamente, sin amigos, ni compañeros, humillación, una exhibición injusta, un amor no correspondida y rechazada de la peor forma. Jaskier sentía que no tenía a nadie, que no era nada, su dificultad respiratoria empezó a empeorar y esta vez el aire parecía que no le llegaba a sus pulmones, ya no podía contener sus lágrimas por dolor físico y dolor emocional, sentía que moría, y entonces, ahí sentado en el puente a algunos centímetros de una caída libre al precipicio cayó inconsciente. 

Sentimientos no calculadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora