XXXVI. Cita perfecta.

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Cuando la rubia se giro para hablar con Sasuke, repentinamente se encontró con un ramo de margaritas pegadas a su cara.

- ¡...!- Naruko se sorprendió un poco.

-Y...yo...- Sasuke se encontró repentinamente tartamudeando. -t..te traje esto...

Naruko recibió las margaritas con curiosidad, al voltear hacia el Uchiha, noto que este tenía la mirada desviada y sus músculos estaban tensos, además de que tenían algo de color rojo en las orejas y las mejillas.

-Gracias, teme.- Agradeció con una sonrisa.

Naruko llevó las flores a un jarrón y las puso al lado del Sr. Ukki. Y luego de dejar las plantas volvió a la sala donde había dejado al azabache.

-Realmente no quiero parecer descortés pero... ¿Porqué me das flores?

En lugar de responder la pregunta, Sasuke se movió hasta estar parado justo al frente de Naruko. Sasuke aspiró aire por la nariz de una manera un tanto exagerada, necesitaba calmarse. Cuando estuvo algo controlado se armó de valor y miro a la rubia a los ojos.

-¿Quieres salir a comer conmigo?

Naruto parpadeó sorprendida, Sasuke no era de los que invitaban a alguien a comer, especialmente porque no le gusta estar con gente.

-¿Eh? Bueno, supongo que tengo tiempo.- Naruko respondió mientras miraba el reloj en la pared. -Solo dame un minuto para arreglar mi cabello...

Sasuke se quedó mirando a la rubia, por su nerviosismo no había notado que Naruko tenía el cabello suelto. Su larga cabellera caía como una cascada dorada en su espalda, delicadas ebras que se movían suavemente con cada sutil movimiento de su hermosa dueña.

Sasuke se sonrojo y giro la cabeza avergonzado cuando se dio cuenta que se le había quedado mirando fijamente. Naruko parpadeó un par de veces, giro los ojos hacia otro lado mientras un pequeño tono rosa aparecía en sus mejillas. Ella había notado como Sasuke se le había quedado mirando, era como si estuviera viendo una obra de arte preciosa y eso la había puesto nerviosa.

Decidió no mencionar nada y se fue hacia su habitación. En su cuarto hizo un par de clones para ordenar todos los papeles que había por ahí y ella se fue directo a peinarse. Salió de su habitación unos minutos después, ya peinada con sus habituales dos coletas.

-¿Y bien, teme, a dónde me llevas?- Naruko le pregunto a Sasuke, el tono de alegría no desapareció de sus palabras.

-Ichiraku rame...- Sasuke respondió y luego sonrió con algo de arrogancia al ver cómo los ojos de Naruko se iluminaban.

Ichiraku ramen es el restaurante favorito de Naruko, principalmente porque ella adora el ramen, aunque también es porque es uno de los pocos lugares donde no la echarían nada más verla.

Sasuke y Sakura habían decidió que ese es un lugar adecuado para que la rubia y el azabache tuvieran una primera cita.

-¿Y? ¡¿Qué estamos esperando?! ¡Vamos!- Naruko hablo con entusiasmo.

Sasuke y ella salieron del apartamento, comenzaron a caminar directamente al dichoso restaurante de ramen. Por el camino, Sasuke volteaba a ver hacia todos los edificios, buscando una excusa para alargar su viaje.

Su salvación vino cuando deviso una tienda de dulces que estaba en la misma dirección a la que iban. A Sasuke en realidad no le gustan los dulces, pero Sakura le había dicho que las chicas aman las cosas dulces, en especial los chocolates.

Se aclaró la garganta un momento, para luego comenzar a hablar.

-Oi, Dobe, mira ahí.- Sasuke dijo mientras apuntaba a la tienda. Naruko siguió con sus ojos la dirección y se encontró con la tienda de dulces. -Hay que pasar por ahí...

Problema Con Los Uchiha... (Old)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora