Capitulo 3-Gallinas al ataque

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El sonido del canto de las gallinas indicaba un nuevo día, bien ya era hora de levantarse.

—¿Qué carajos es ese sonido?—se queja el Alucard tapándose la cara con la cobija , vaya al parecer alguien despertó de muy buen humor.

—De mis gallinas—

—¿Gallinas?—

—Si, gallinas ¿no sabes lo que es una gallina? Una gallina es un ani....—

—Se lo que es una gallina Esmeralda —

—Buenos días—

—Buenos días—

—¿Cómo te sientes?—

—Mejor gracias a ti, pero todo fuera perfecto si esas gallinas se callaran— dijo quitándose la cobija de la cara mostrando su rostro, gracias señor por la vista a primera hora.

Me pare del suelo y recogí las cobijas, las guarde en su lugar y de paso aproveche para preguntarle —¿Crees que te puedas levantar?

Alucard se sentó en la cama apoyando sus manos en la rodilla y con un suave empuje se levantó y woo me sorprende lo alto que es, una cosa es verlo acostado y otra es verlo de parado.

—¿Y tú? ¿estás bien?— me pregunta.

—Si estoy bien— dije estirando el cuerpo, se que escuche algunos huesos tronar de mi cuerpo. —¿Quieres ayudarme a preparar el desayuno? —

—Si, ¿En qué puede le puede servir este esclavo suyo?— ja me salió muy gracioso el muchacho.

—Sígueme—  lo lleve a la parte trasera de la casa donde tenía el gallinero , tome la comida que les daba a las gallinas y se la pasé a Alucard.
—Toma, le echarás la comida a las gallinas, en lo que ellas comen aprovecho y voy por los huevos—le expliqué, le dejé el trabajo más sencillo.

Yo me llevaba la peor parte porque si una de las gallinas me ve tomando los huevos me picaría con su pico, lo digo porque ya me ha pasado muchas veces.

—Tranquilo es un trabajo sencillo, solo tienes que tomar un puño del maíz molido que tienes en la mano y se lo tiras al suelo—
Alucard escuchaba atento y tomo con su mano derecha un puño del maíz molido justo como le indique.

Fui donde estaba el corral de las gallinas y aplaudí con mis manos para que las gallinas salieran del corral. Las gallinas salieron corriendo asustadas y al ver a un Alucard con su comida se le acercaron cacareando por su comida.

—Ahora arrójaselas- dije dándole la espalda a verificar que no quedará ninguna gallina dentro del corral.
—Pero procura echarle el maíz molido lejos de ti porque sino....— dije dándome la vuelta vi a un pobre Alucard rodeado de gallinas hambrientas.

—Uy creo que lo dije tarde—

—¿¡¡Tú crees!!? Auch— y una gallina le picó, buena gallina, no pude evitar reírme de esta situación. —Maldicion haz  algo— decía mientras se alejaba de las gallinas hambrientas, provocando que ellas fueran atrás de su comida.

—Solo haz lo mismo, pero tira la comida lejos de ti— él rápidamente arrojó la comida lo más lejos y las gallinas fueron por su comida —jajajaja a esto lo llamaré el ataque de las gallinas, ves que no era difícil— aprovechando la distracción fuí por los huevos, adentro un poco mi cuerpo por la ventana que tenía el coral y tome los huevos, ya con mis huevos listos se los pase a Alucard.

—Jajaja muy graciosa ¿Qué es esa mancha marrón que tienen los huevos?— preguntó

—Ah eso... Eso es popo de gallina—
Alucard reaccionó a mis palabras y soltó los huevos, ¡¡Mis huevos!! Los mire en el suelo claramente estaban rotos —Oye que te pasa? Los iba a lavar ¿Qué no querías ayudar.

Mi dulce sueño Where stories live. Discover now