El mago había tomado la decisión de alejarse para evitarle sufrimiento a la chica aunque el sabia que eso destrozaría su propia alma y que su corazón siempre permanecería con ella, entrelazado al suyo sin dejarla de amar ni un solo día de su vida. Confiaba en que Ceres, Windom y Rayearth le darían la guía apropiada para continuar su trabajo de pilar y que Rafaga, Paris, Ascot y Latis la protegerían de todo peligro, también tenía a las chicas por lo que podría estar tranquilo de dejarla con personas que la cuidarían y amarían sin dudarlo.

-Solo es cuestión de tiempo… debo esperar, se bien que ella se recuperara y saldrá adelante, después de todo es Marina, la valiente y poderosa guerrera mágica del agua, ella seguirá con su vida y será feliz, hará de Cefiro un hermoso planeta y construirá una maravillosa vida… sin mi…-

Clef sintió una lagrima deslizarse por su mejilla, deseaba un futuro brillante para Marina pero le dolía el no hacer parte de él, aun así era lo mejor y por más fuerte que fuera el impulso de regresar con ella, no se lo podría permitir, es por eso que se alejo de todos y se escondió en ese lugar, colocando un hechizo de protección para no ser encontrado, solo volvería si fuera necesario pero el confiaba sinceramente en su guerrera y en sus demás amigos.

Ahora, un día mas había pasado y no había mejoría alguna al igual que tampoco había rastros del mago. En la habitación de Marina, Anais y Caldina terminaron de vestir a la chica mientras Presea traía algo de comer y Ceres esperaba en el exterior de la habitación para despertar a su protegida y tratar de hacerla entender que tenía un deber que cumplir y no podía permanecer en ese estado así que después de la indicación de las chicas, ingreso a la habitación observando el estado de la mujer que yacía sobre la cama con una apariencia débil y enferma.

-Como se encuentra el dia de hoy?-

-Está igual Ceres, tenía una fiebre alta pero creo que pudimos bajarla con el baño- Anais le respondió mientras acomodaba la almohada de su amiga

-Ha estado durmiendo pero aun así se agita bastante y no deja de repetir el nombre de Guru Clef, incluso ha llorado entre su sueño, me siento mal de que no podamos hacer más por ella- Caldina bajo la cabeza con tristeza

-No es culpa de ustedes, han hecho lo posible, ahora yo me encargare de que ella reaccione y deje esa actitud, pueden retirarse-

-Pero Ceres…- Presea lo miro insegura mientras sostenía una bandeja con comida en sus manos

-No deben preocuparse, ella estará bien, puedes dejar la comida aquí, yo me encargare de que la coma-

Las tres chicas se miraron bastante dudosas pero al final asintieron para salir de la habitación y dejar al genio con su protegida. Anais y Caldina decidieron buscar a Paris ya Ascot que se encargaban de eliminar un monstruo que había aparecido en un jardín del castillo mientras que Presea decidió retirarse a descansar un poco.

En la habitación Ceres coloco su mano en la frente de Marina ocasionando que la chica abriera sus ojos mirando lentamente al genio con dolor y tristeza.

-Ceres… eres tú-

-Lamento decepcionarte y no ser el mago pero sabes que él se ha marchado, ha pasado más de una semana sin noticias de él y me temo que no volverá, tú no puedes permanecer así, no puedes detener tu vida porque él se haya ido-

Marina no dijo nada, solo lo observo sintiendo un fuerte dolor en su pecho para después apartar la mirada y clavarla en el techo de la habitación creando un largo silencio.

-Cefiro… está pasando mucho tiempo, lo siento Ceres, todo es mi culpa-

-Culparte y sentirte mal solo empeorara todo Marina así que es mejor que olvides esas cosas y te concentres en seguir tu vida, pero para hacerlo debes recuperarte primero ya que has estado muy débil y enferma así que come, la armera te prepara el desayuno- Ceres le hablo con voz suave mientras le ayudaba a sentarse en la cama

Mi nuevo Cefiro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora