One shots Draron, Weasleycent.

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El dragón sobresaltado cerró su gran hocico al instante que escuchó dos voces tan conocidas para él. Charlie sin embargo, trataba de respirar fuertemente pues, bueno, había estado apunto de ser cenizas si no fuese porque aquellas hermosas ninfas (con las que estaría agradecido toda su desgraciada vida).

Una llamarada envolvió a la gran criatura y Ron apareció dando un gran abrazo a las ninfas.

— ¡Luna! ¡Hermione!

— Escúchame bien mocoso— la ninfa de cabello castaño lo zarandeó después del abrazo.

— Soy solo dos años menor que tú Mione— el dragón suspiró.

— Me da igual, sigues siendo pequeño, pero escúchame, no puedes matar al humano, te ha salvado la vida.

— No necesitaba su ayuda, puedo curarme rápido, ¿Recuerdas?

Luna, la ninfa rubia, que se encontraba tratando de ayudar a Charlie para levantarse, pues, de la impresión de lo anterior sucedido se había caído de culo; suspiró, Ron era un tonto de vez en cuando.

Hermione le dio un zape.

— Me da igual, da las gracias, y no lo mates, creo que es un buen chico.

— Eso mismo dijiste de Draco.

— Yo no dije eso, tú lo dijiste idiota.

— Oh cierto, fui un dragón estúpido.

Charlie escuchaba su conversación confundido.

— Bien.

Ron se acercó al humano.

— Como Hermione no me permite matarte, y aunque de todos modos no quería hacerlo, te dejo libre, ve por ahí y vuelve con tu familia, esposa, hijos y toda esa mierda, una sola palabra de mi existencia y me veré obligado a acabar con tu vida.

Charlie trago grueso antes de responder.

— Yo.. tenía una propuesta para tí..

Ron junto con las otras ninfas alzaron una ceja.

— ¿De qué se trata?— Luna, la ninfa rubia, que no había hablado hasta ese momento, preguntó.

— Yo.. desde que era pequeño he soñado en conocer un dragón, mi sueño ha sido desde entonces conocerlos, estudiarlos y cuidarlos…

— ¿Cómo me va a proteger un humano? Puedo cuidarme solo.

— Cierra la boca Ron. Déjalo que se explique.

— Eso es todo, yo solo quiero ayudarlos, hay gente que les tiene miedo o que los cazan por simples beneficios propios, yo, juro que no soy así, solo quiero aprender de ustedes, y, si en un futuro puedo enseñarle a la gente a amaros y respetaros, sería mejor.

— Bueno.. ¿Sabes hacer los panes esos?

Charlie no supo a qué venía esa pregunta con el tema pero asintió de todas maneras.

— Bien, te vienes, ya veré qué le digo a Harry pero te quedas.

Charlie asintió y agradeció efusivamente.

— Gracias Ron— dijo con una sonrisa mientras agachaba con respeto su cabeza.

— Deja esas formalidades tonto, ya sé que soy grandioso, pero no es necesario— dijo el otro con una sonrisa arrogante;— En fin, debemos de ir ya a casa, Harry estará preocupado, además, hay que cazar algo para comer.

— ¿Quién es Harry?— Charlie preguntó.

— El novio de Ron— dijo sin medir sus palabras Hermione, poniendo a Ron rojo como un tomate.