BUNNY - Jungkook

Cap. 15

[ 1 semana después ]

Las cosas estaban de bien a mejor, la relación de kookie con Sarah y kelly se había fortalecido basntante, se sentía como si fuera parte de una familia.

Por las mañanas siempre se despedía de su ama para que fuera a trabajar, pero este día deseaba pasar más tiempo con ella...

- Ama, déjame ir contigo... - pidió de rodillas el pelinegro, quien jusntaba sus manos y las frotaba como un niño.

Kelly llevaba varios minutos rechazando su petición ya que no sabría si a su gefe le molestaría que llevara invitados al trabajo.

- Kookie, ya te dije que no puedo llevarte... será para la próxima, ¿sí?

El muchacho se desanimó al ser rechazado por cuarta vez. Le dolía sentirse así, Pero lo que le preocupaba a kelly eran sus orejas...

no sabía si utilizando abrigos con capucha sería suficiente para esconderlas y salir un rato como personas normales.

sólo quería protegerlo del peligro
que pudiera haber allí afuera.

- Por favor... kookie promete que se portará bien y no llorará cuando su ama tenga que estár con más personas... aunque eso le molesta mucho.

Kelly sonrió ante lo último que dijo, no le gustaba tener que lidiar con este tipo de situaciones, pero aún así se comportaba con el conejo... lo quería bastante.

- Por Dios, quien te viera con esa cara de niño bonito te compraría sin pensarlo dos veces. - kelly lo miró con mala cara, pero este tenía aquellos ojitos de perro suplicantes. - Mierda... bien, irás conmigo.

El conejo dió saltitos de alegría y sujetó las mejillas de su ama para depositar un corto beso sobre sus labios. Sostenía una linda sonrisa y sus ojitos brillaban de lo feliz que se sentía.

Era un niño en el cuerpo de un adulto.

- ¡Sarah, llama a un taxi para que esté dentro de unos cinco o diez minutos, por favor! - pidió kelly a su amiga.

- ¡De acuerdo! - gritó desde la cocina.

Kelly tomó del brazo al muchacho y se adentró con el en su habitación para ver como podría esconder esas orejas.

- Muy bien pequeño kookie... es hora de- se quedó en silencio al notar que sus orejas calleron hacia abajo al pronunciar su apodo. - jeon... - en ese instante, sus orejas se levantaron de punta en su dirección. - kookie. - volvieron a caer hacia abajo.

- Ama, ¿cómo logras hacer eso con las orejas de kookie? - preguntó el pelinegro curioso.

- no tengo ni idea... pero kookie

Sus orejas bajan.

>> y jeon.

Sus orejas suben.

Kelly se quedó boquiabierta al darse cuenta de lo que acababa de descubir.

- ¡Eres un genio orejas con pelo! - dijo kelly entusiasmada.