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Taehyung estaba hablando con Jimin acerca de la respuesta que Yoongi le había dado. Le había asegurado que era un buen síntoma después de haber pasado tanto tiempo sin hablar.

—Conmigo dijo alguna palabra hace un mes, pero fue tan esporádico que creí que lo había imaginado. Pero si tu lo dices Kim Taehyung, yo te creo. —Abrazó al chico.—Desde que llegaste a casa, mi hermano está más activo, toca el piano seguido y yo lo veo más relajado.

—Creo que le caigo bien. Así que me alegro de ser útil. Y en cuanto a lo que me dijo, no aceptaré dinero por los regalos que traje a Sunbaenim. Espero respete mi decisión.

—Muchas gracias enserio.—Asintió —Yo debo irme ya, ¿le subes tu el desayuno?

Asintió.

—Trataré de venir enseguida para comer con él.

—Claro. Suerte en su trabajo.

[...]

Abrió la puerta tras no recibir ninguna respuesta un poco decepcionado.

Pero al abrir la puerta su alma se fue al piso. Yoongi estaba tirado en el suelo inconsciente.

Con rapidez dejó la bandeja a un lado y fue a revisarlo, enseguida llamó a la señora Lee con el timbre particular que le dieron para esos casos, mientras buscaba el latido al chico.

—Solo se ha desmayado. —Soltó el aire un poco más tranquilo. —¿Sunbaenim?

El pálido abrió los ojos como si estos le pesaran, y vio a Taehyung, llevando su mano a la nuca tras una mueca. El enfermero llevó con cuidado su mano a la nuca de este y se percató de un chichón que solo lo hizo sonreír.

—Solo es eso. Menos mal. ¿Me puede decir que pasó?

—Mis piernas, me fallaron y me golpeé con el filo de esa mesa.

La voz era calmada, profunda como un bosque y sin embargo tenía un tono dulce.

La señora Lee que había subido con el botiquín de emergencias y un maletín de medicinas, se paralizó al escucharlo hablar tan nítidamente.

Taehyung le hizo un gesto para que no dijera nada, no era bueno la sobre reacción en alguien que parecía sufrir un grado alto de ansiedad y pánico.

La señora Lee se marchó, pero apegó su oreja a la puerta.

—Voy a revisarle bien, pero para ello voy a llevarle a la cama.—Dijo Taehyung pasando sus brazos por el cuerpo del chico mientras el pianista se quedaba estático y ruborizado ante las palabras.

Le hubiera quitado de un empujón al enfermero de no ser porque le dolía la cabeza demasiado.

—Sunbaenim, voy a llevarlo al hospital ahora...sería bueno que le hagan una resonancia magnética y demás pruebas. También ver si...

Yoongi negó.

—Hoy no. Por favor.—Dijo en voz muy bajita.

Taehyung vio al chico y valoró la posibilidad de no hacerle caso, pero Yoongi realmente no parecía afectado, más allá del golpe en la cabeza y los síntomas que ya tenía. Se le veía estable.

—Esta bien. Pero hoy no me separaré de usted, no quiero que se me descomponga de nuevo. ¡Me asusté demasiado cuando lo vi en el piso!

Yoongi asintió y empezó a desayunar lo que le acercó Taehyung en la bandeja.

Cuando terminó, Taehyung iba a dejar la bandeja a la cocina, pero al abrir la puerta se encontró a la Señora Lee con lágrimas en los ojos.

—Shhh...se acaba de quedar dormido. —Dijo Taehyung saliendo en silencio.

Mas tarde, subió para velar su sueño, y cuando despertó Yoongi parecía más relajado.

—No debías quedarte conmigo mientras duermo.

—Así me aseguro que esta todo en orden. —Sonrió.—¿Pudo descansar bien?

Asintió.

—Hoy no creo que salga de mi habitación. —Dijo en tono bajo.—Te llamaré si lo necesito.

—¿Lo hará? —Asintió.—Bien, puede escribirme si lo prefiere. Iré un rato al jardín, pero si me llama vengo enseguida Sunbaenim.

—De acuerdo Kim Taehyung.

El mencionado se rió.

—Puede decirme solo Taehyung. Sunbaenim. —Yoongi no dijo nada.—Me marcho primero pues.

—¿Me pasas el marca páginas? —Señaló la bolsa donde el chico había subido los regalos de Jeju. —Gracias.

Taehyung se lo pasó y se despidió conteniendo su sonrisa. Al salir de la habitación dio un brinquito apretando los puños.

Tiene una voz adictiva. Ahhh quiero escucharlo todo el rato.

CONTRA EL TIEMPO | TAEGI YOONTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora