CONTRA EL TIEMPO | TAEGI YOONTAE

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Dio dos toques a la puerta, y sin recibir respuesta entró y vio al pálido levantarse del pequeño sillón que tenía aquella enorme habitación.

—Buenas noches, Min Sunbae-nim.—Dijo Taehyung.—Vengo a dejarle algo realmente delicioso porque casi no topó el plato. ¿Le apetece que le acompañe?

Yoongi ladeó la cabeza y entrecerró los ojos negando.

—Bien, puedo irme, pero debe comer.

Negó de nuevo.

—Pues no me iré hasta que coma un poco más. —Dejó la bandeja en la mesa al frente del chico y fue hasta la ventana que tenía la cortina mal colocada, percatándose de que desde ahí se podía ver la Rosaleda por la que estuvo caminando. —La melodía de ayer era increíble, me lamenté demasiado haberle interrumpido...fue increíble. —Taehyung no le dirigía la mirada a Yoongi pues seguía viendo la ventana. El pálido empezó a comer sentándose en el suelo para alcanzar el plato bien, pues si no sus manos temblarían. —La de hoy, no sé, era cálida, como el clima de hoy, sentí confort aunque luego tornara a melancolía. Por supuesto, hablo desde la ignorancia Sunbae-nim, yo que podría saber... pero lo disfruté mucho.

Taehyung giró la cara y vio al pálido comer con las mejillas llenas mientras miraba a la alfombra. No pudo evitar sonreír y continuar hablando sobre lo que le transmitió la música, sobre lo amables que era el resto de personal y también , las flores del jardín.

Cuando terminó de cenar Yoongi, se levantó a ver la ventana, al otro lado que estaba Taehyung, y el alto lo notó.

—Las estrellas empiezan a asomarse.—Miró a Yoongi quien asintió. Taehyung vio el plato vacío y le alcanzó el suplemento vitamínico y las pastillas.—Tenga...

Yoongi asintió tomándose las medicinas y vio a Taehyung tomar la bandeja y acercarse a la puerta.

—Buenas noches Sunbae-nim.

[...]

Habían pasado fácilmente varios días hasta llegar al sábado. En ese corto tiempo, Taehyung no había vuelto a "acompañar" a Yoongi, porque tanto Jimin con su novio Seokjin habían estado en casa.

Y aquella mañana de sábado en particular había amanecido nevando, por lo que Taehyung al despertar salió a ayudar a despejar la nieve de la entrada junto al jardinero y el chófer.

—¡Tae!—Saludó Seokjin desde la ventana.

Al bajar, ambos amigos caminaron por los jardines y Taehyung se tiró en la nieve mientras el mayor le hizo alguna foto.

—Que graciosos son.—Dijo Jimin que estaba en la habitación de su hermano mayor, dándole la bandeja de desayuno. —¿Te cae bien Taehyung?—Preguntó desde la enorme ventana, para luego regresar a ver a su hermano mayor que se hundió de hombros.

—Madre vendrá a casa después de la visita al cementerio. ¿Vendrás con nosotros?

Negó y tras terminar su desayuno se acostó de nuevo.

—Yoongi Hyung, a mamá le gustaría mucho verte.

Pero no pudo insistir, Yoongi ya estaba cubierto por las mantas. Cuando Jimin se marchó Yoongi se destapó cubierto de lágrimas.

Hoy había amanecido con dolor lumbar y sus piernas se sentían cansadas.

A media mañana, Taehyung subió a darle la comida y al ver el semblante tan tristón se sentó en el suelo.

—Sunbaenim. ¿Le gustaría caminar conmigo por el jardín? La nieve esta preciosa y el aire se respira fresco.

Yoongi lo miró y asintió.

—Abríguese, lo espero abajo.

Cuando el chico le dejó a solas se cambió y bajó.

Taehyung caminaba por la nieve con Yoongi siguiéndolo desde atrás.

Taehyung esperaba ver alguna respuesta, pero solo obtuvo el "visto" y bloqueó el móvil.

En estos días Yoongi a penas y había interactuado con él, y no le molestaba en lo absoluto, pero la curiosidad le ganaba respecto al hermano mayor de su jefe.

Había buscado en YouTube sobre el chico, viendo recitales y escuchando en las apps de música, las hermosas composiciones del pálido.

También había revisado su expediente médico varias veces y estaba al tanto de sus horarios y cuidados poco a poco. Pero las ganas de que el chico pálido se comunicara lo invadían. Por suerte, Taehyung era paciente en cumplir sus objetivos.