— Suéltame imbécil— el chico más bajo, exclama. Lo que me hace reaccionar y ordenar con voz dura y firme Acaso no lo escuchaste. El tipo rubio, le da una sonrisa socarrona al chico, reforzando el agarre en su brazo. Bastardo. Entonces sus ojos se dirigen a los míos y espeta con una sonrisa sínica en su rostro.

Piérdete, no es tu asunto — Siento mi sangre hervir, mientras hago todo lo posible por no perder la compostura. Sin embargo, el idiota frente a mí, ya empieza a acabar con mi paciencia. Doy dos pasos más al frente, bajo la atenta mirada del rubio, cuando mis ojos se desvían al chico de cabello naranja, haciendo contacto con los de él. Un par de ojos azules o era acaso eso un ¿verde? me maldicen, mientras el chico enroje como un tomate, ante mi mirada.

Perdido en los ojos oceánicos del chico, me olvido por unos segundos, de todo a mi alrededor. El chico peli naranja, también parece estar perdido en su propia mente. Lo observo tragar visiblemente, con las mejillas coloradas, mientras mis ojos recorren su rostro. Labios abultados y mejillas regordetas. Queriendo contemplarlo más, deje que mis ojos, vagaran ahora por todo su cuerpo. Pantalones negros ajustados, abrazaban sus delgadas piernas, mostrando unas piernas contorneadas y fuertes. Su torso era vestido, por una blusa de maya, dejando mucho a la vista. cuando mis ojos, suben nuevamente a su rostro, desvía rápidamente la mirada, borrando cualquier rastro de conexión, que hayamos sentido. Parpadeo y desvió mi atención rápidamente, centrándome en el problema a cuestión. Decido a acabar con esto, cuando el tipo-Bartender del otro lado de la barra, se inclina, preguntando claramente al más bajo. — ¿Algún problema por acá zanahoria?

— No te preocupes Nick...el caballero ya se iba—responde el chico, fulminando con la mirada a el tipo. Este gruñe, pero por fin suelta su brazo y dándonos una mirada de muerte a los tres, se escabulle entre la multitud.

Después de unos minutos, observando al tipo, salir de nuestro campo de visión, observo a el hombre del otro lado de la barra, abrir la boca, para preguntar algo al chico peli naranja, cuando una chica rubia al otro extremo de la barra, llama a el tipo, de nombre. Nick. Este, le da una mirada de disculpas, la cual, el más bajo, responde con un asentimiento. Suspiro y paso la mano por mi nuca algo exhausto y deseando que la tierra me tragase. Mis ojos, se dirigen nuevamente al chico de cabello naranja. Este da vuelta y se deja caer en el taburete, con un gemido frustrado. Parece olvidar completamente mi existencia y aunque sé, que esta es mi salida, no puedo mover mis pies del suelo, para alejarme del chico. Por alguna razón, quiero que me note, quiero acaparar, toda la atención de este. Quiero saber su nombre. Lo que es ridículo, porque es probable que este chico, no lo vuelva a ver en mi vida. Porque estoy felizmente casado, con una hermosa mujer y ni hablar, de que este chico parece ser, diez años menor que yo.

El chico, deja caer la cabeza en la barra, dando un pequeño chillido, que me trae a la realidad. Sonrió, para mis adentros, porque, es como ver a un niño pequeño, haciendo un berrinche, cuando las cosas no salen como lo esperaba. Sonrisa, que se desvanece de mis labios, cuando un pensamiento viene a mi mente. ¿Qué tal, si el tipo hirió su muñeca?

Decido, que entablar, una pequeña conversación con él, no le hará daño a nadie, ya que, solo quiero saber, cómo se encuentra. Por lo que, antes de poder detenerme, dejo salir las palabras.

—¿Estás bien? — El parece tensarse por un momento, antes de poder esconder su reacción. Se gira lentamente, hasta que sus ojos, hacen contacto con los míos y me asusto. Me asusto, por como mi corazón, parece bombear, con más rapidez de lo habitual. Nada de esto, tiene sentido. Como es que un completo desconocido, ¿pueda hacerme sentir, de esta manera tan extraña? Elimino el pensamiento, porque es claro como el agua, que solo estoy preocupado, por este chico. Lía es mi esposa y el amor de mi vida. La mujer con la comparto, tres años de casado y toda una adolescencia, de noviazgo. La única mujer, que vio, detrás de un chico solitario y de pocos amigos. La mujer, que vio, detrás de Kim Taehyung, el adolecente de dieciocho años de edad, sin sentimientos. Jamás dejaría que nada, ni nadie, se interpusiera en mi relación. Lía es la única mujer que amo. Así que, solo averiguare como está, el chico de cabello naranja y saldré de este lugar.

FORBIDDEN LOVEWhere stories live. Discover now