Capítulo II

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Habian pasado cuarenta minutos y no había ni rastro del hombre, Jake ya se habia resignado a que aquel sujeto no llegaría a su encuentro cuando de repente ve la silueta de alguien al otro extremo del callejón

- Bueno, bueno, no hacia falta llegar tan temprano, no se hubiera molestado señor Linton - dijo Jake con burla, solo queria acabar con esto de una vez por todas e irse a casa con un gran fajo de dinero

Los pasos resonaban como voces en aquel oscuro lugar, Jake observo como el hombre se acercaba a paso lento pero firme hacia él, tenia un porte elegante y autoritario a la vez, no le tomo importancia, sabia que el Sr. Linton era un desterrado del sector tres, por lo que supuso que aquello era el resultado de una estricta educacion. Vestia una capucha negra lo que le impedia ver su rostro

- Seguro sabe que la hora de encuentro paso hace ya casi una hora, ¿debo recordarle que me pidió ser sumamente puntual? - espeto el castaño con rabia

Aquel hombre se hizo el sordo ante sus reclamos, eso lo molesto aun más. Entendía que él como vendedor debía atenerse a las necesidades del cliente, pero ese tipo prácticamente le había rogado para realizar el encargo como para que ahora se comportara tan recto y firme ante él

Cuando vio que el hombre se detuvo en seco unos cuantos metros antes de llegar a él, decidió sacar el chip que guardaba en el bolsillo de sus jeans, lo sujeto y extendió el brazo hacia arriba para que el señor Linton lo pudiera ver

- Acá esta mi parte del trato, le toca a usted sacar los tres grandes en efectivo - grito Jake de forma directa y ruda, no le importaba nada más que el dinero y aquel tipo no parecía venir con tres millones en efectivo, a menos que los tuviera escondidos en el culo

- ¡Oye! ¿Me escuchaste? Dije que saques el dinero y me lo des- grito el castaño mientras se acercaba al hombre, a este punto ya no tenia paciencia, le estaba cabreando la situación y la actitud del señor

- No es bueno tomar cosas ajenas, niño - dijo el hombre con una voz grave y molesta

Jake se sorprendió de sobremanera, no recordaba que el señor Linton tuviera una voz tan autoritaria y grave. Ese sin duda no era su cliente, en especial porque su cliente no lo rebasaba por más de 15 cm ni mucho menos era un hombre tan fuerte y fornido, cosa que pudo notar mejor una vez estuvo lo suficientemente cerca

- ¿Quien eres? ¿Donde esta el señor Linton? - no lo podía creer, ¿acaso el señor Linton había mandado a una especie de matón con tal de no dar el dinero?

Pero en donde carajos lo consiguió, porque debía decirlo, aquel era un sujeto sumamente irreal. En el sector había muchos chicos fuertes y pesados, en especial porque la principal función del sector 8 es la minería, pero ninguno era tan grande como aquel tipo, ni siquiera Aaron que era el tipo más fornido de por ahí podría superarlo

- Tú tienes algo que es mio y lo quiero de vuelta, ahora - dijo aquel extraño molesto, sacándolo de sus pensamientos

Aquella seria una petición fácil, de no ser porque realmente no sabia a que se refería. Le había robado a cientos de personas por lo que no podría adivinar cual era el objeto que aquel hombre buscaba tanto, lo único que traía consigo en ese momento era el chip louksna de aquel robot

"No, es imposible" pensó

Y es que era cierto, era imposible que un louksna fuera a un sector tan alejado de la capital solo por el chip de un simple robot de servicio que ni siquiera era útil ya. Existían miles de esos robots, cada año se creaban más y más con nuevas mejoras, la ausencia de un robot de primera generación pasaría totalmente desapercibida, no había forma de que aquel hombre buscara el chip

ParadigmaWhere stories live. Discover now