Gasolinera 3: El Final

Parte 4

O'Brien revisó nuestro perímetro, pidió refuerzos y declaró que la situación era tentativamente segura en el tiempo que Jerry y Dawn tardaron en quedarse dormidos en el armario. Los cubrí con mantas de embalaje, luego me puse una sobre los hombros e intenté leer mi libro a la luz de las velas, pero la situación me distraía demasiado como para dejarme involucrar.

O'Brien finalmente se unió a nosotros en la pequeña habitación, informando que no había señales de Gabriel en ninguna parte, y si no fuera por el hecho de que alguien había perforado las ruedas de su coche y el Volkswagen Beetle de Dawn, ella podría haber estado tentada a creer que solo estaba tirando de nuestras manivelas.

"Entonces, ¿Cuál es el trato con la copia de seguridad?"

Le susurré mientras se acercaba y se sentaba en una caja de leche a mi lado. Los otros se quedaron durmiendo, y yo estaba bien dejándolos dormir tanto como pudieran.

O'Brien los miró mientras buscaba las palabras.

"No sé qué te pasa, Jack, pero desde que me asignaron este trabajo, mi vida se ha vuelto exponencialmente más extraña con cada día que pasa..."

"Si..."

Dije, levantando el borde de mi manta y poniéndola sobre sus hombros.

Se acercó un poco más y susurró:

"He hablado con el sheriff. Enviará un vehículo quita nieve aquí a primera hora de la mañana. Traté de decirle que esto debe ser una prioridad, pero evidentemente esto es el Snowmageddon y no puede darse el lujo de estirar más sus valiosos recursos esta noche..."

"Eso suena bien"

"¿Qué hay de ella? Pensé que tú y Jerry dirigíais esta gasolinera..."

Me reí.

"No dirigimos nada"

Puso un cálido brazo alrededor de mi hombro y dijo:

"Realmente te echaré de menos cuando mueras..."

"¡Gracias!. Pero eso es bastante presuntuoso de tu parte. Hasta ahora he sobrevivido a todo lo que ha pasado aquí..."

Dawn se levantó de un salto, con los ojos muy abiertos en una mirada de puro terror.

"Oh..."

Dije.

"¿Te he despertado?"

"¡¿Lo habéis escuchado?!"

Dijo con una voz que no se parecía en nada a la voz de Dawn.

Un escalofrío me recorrió la espalda.

"¿Escuchar que?"

"Él viene, está casi aquí, cuando lo reciba, estamos todos terminados, no podemos dejar que lo tenga..."

"Niña..."

Dijo O'Brien.

"Nos estás asustando. ¿Quién está viniendo? ¿Gabriel?"

"Está soñando"

Dije.

"Uno de mis hermanos adoptivos solía hacer lo mismo. Sus ojos están abiertos, pero está hablando dormida"

En ese momento, sus ojos rodaron hacia atrás en sus órbitas, revelando nada más que protuberancias blancas venosas.

"¿Tu hermano adoptivo también hacía esto?"

"Joder..."

Admití.

"Eso es diferente"

Lentamente comenzó a ponerse de pie, apretando la manta contra su pecho, y luego continuó hablando con esa misma voz extraña: