Parte 1

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Cuando conseguí este trabajo por primera vez, no podía creer mi suerte. Yo era una persona muy solitaria. Me encantaba leer y estar sola. Cuando vi un anuncio de un guardaparques manejando una torre de radio, casi salté de ilusión. Trabajar de noche en un Walmart no era exactamente el mejor trabajo del mundo. Hay algunas historias que podría contar sobre eso también. Pero solicité el trabajo y estaba extasiada de haberlo conseguido. Lo que no sabía era que me vería involucrada en una desaparición misteriosa y en una lucha mortal con... un banco de niebla. Pero esa es otra historia.

Me hicieron hacer una semana de entrenamiento antes de mi primer turno después del incidente de la niebla. La mayor parte fue leer en seco y asegurarme de que estaba calificada en RCP. Me volvieron a enseñar los entresijos del trabajo y luego los seguí en mi coche mientras conducíamos a la torre.

A la mitad del día, fue impresionante mirar la parte inferior de la torre que se cernía sobre mí, había sufrido un impresionante cambio en los 6 meses que me tomé de vacaciones. La habían pintado, pasó de ser roja a negra, y la hierba que cubría su terreno había sido sustituida por pavimento.

Una vez que comencé a subir las estrechas escaleras de metal, estaba un poco menos emocionada. De hecho, estaba aterrorizada. Había descubierto que no me gustaban las alturas. No es que sintiera vértigo ni nada, es solo que me sentía más segura quedarme en el suelo. Una vez que llegamos a la cima y abrimos la trampilla para llegar a la cubierta que rodeaba la torre, estaba un poco mejor.

Abrí la puerta que conducía al interior de la torre. Mirar alrededor de la habitación me hizo olvidar todo lo que allí pasó hace seis meses. Su estética vieja y desgastada había quedado en el olvido, ahora, gracias a la remodelación, parecía un apartamento pequeño. Había una pequeña nevera, un fregadero, un mostrador, armarios y una mesa pequeña. En el centro de la habitación había una mesa con un mapa adherido permanentemente. Por supuesto, había ventanas por todas partes. Había una vista de trescientos sesenta grados, como cabría esperar de una torre de radio en medio de un bosque.

La vista era absolutamente increíble, me empecé a acordar de mi primerísimo día aquí. Podía ver los picos y valles por millas en todas direcciones. Podría ser el sueño de un fotógrafo.

Mi jefe me explicó lo que se esperaba de mí. Antes de nada, mi antiguo compañero de radio, Sam, había solicitado una plaza como becario en la gasolinera ubicada en las afueras de la ciudad para el próximo verano. Si te soy honesta, no sé qué vió en ese lugar con la poca fama que tiene. Bueno, si me dieran a elegir en qué lugar trabajar, preferiría tragarme 4 litros de lejía, porque pienso que una vida así no la merezco, pero todos necesitamos dinero, ¿No?. Trabajaba en turnos de veinticuatro horas, por lo que habría momentos en los que tendría que dormir, pero tenía que configurar una alarma y levantarme para buscar problemas al menos una vez por hora durante la noche, como siempre, vamos. Durante el día tenía que escanear cada treinta minutos. Había una cosa nueva, un teléfono en caso de que tuviera que llamar a los bomberos, pues se habían originado incendios misteriosos en el bosque a principios de diciembre.

Por cierto, no me he presentado, me llamo Ivette.

Mi jefe me dijo que era extremadamente importante que primero leyera la nueva edición del libro de reglas. Me preguntó si tenía alguna pregunta y le dije que no. Reforzó que no podía dejar la torre sin importar nada hasta que me relevara. Lo seguí por la estrecha escalera para sacar mis provisiones de mi coche. Se subió a su camioneta y dudó por un momento como si quisiera decir algo más, pero luego cerró la puerta, me deseó lo mejor y se alejó.

Me tomó tres viajes llevar todas mis cosas a la cima. En mi casa, no es nada traer algunas cajas de comestibles a la casa. Aquí, se convirtió en vida o muerte. Se me había olvidado por completo cómo era trabajar aquí. Estaba cerca de la cima con la caja frente a mí cuando tropecé con uno de los escalones angostos y casi me caigo por el costado. Me detuve por un largo momento para recuperar el equilibrio antes de continuar hacia la cima.

Gasolinera 3: El Final Where stories live. Discover now