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  Está vez sabía que no era su luna quien estaba tocando la puerta. Lo sabía por el toque insistente que sabía usar Taehyung cuando lo mandaban a despertar al resto.

Por lo cual molesto de que lo despertarán, se levantó y le gritó a Taehyung que ya se encontraba despierto.

Hizo una pequeña rabieta por el hecho de que tuviera que levantarse. Se metió a bañar, después del primer chorro de agua fría para poder despertar sus sentidos, su mente conecto dos neuronas, dándose cuenta de todo lo que había pasado anoche. Joder, había dormido con su crush. No. Habían actuado como una pareja casada de años, había abrazado a su Hyung durante toda la noche, eso no era lo peor, lo peor o lo mejor había sido que había dormido con su Hyung.

De la impresión termino de bañarse lo más rápido que pudo, se arregló y salió de la habitación. Lo que no contaba era con que mientras se untaba el bloqueador solar, apareciera la persona con la que iba hablar.

— Hyung buenos di— las palabras quedaron atoradas ya que su Hyung se acercó y posó su mano en su mejilla izquierda.

— Ya me saludaste, cariño — aquello lo decía mientras empezaba a frotar suavemente la mejilla llena de bloqueador— el desayuno está servido, tú café con leche está en la encimera cerca del microondas, con dos cucharadas de azúcar.

—Tal como me gusta — su voz salió con asombro.

—Exactamente, ahora ve a comer o llegaremos tarde— le dio unos toques a la mejilla ya sin bloqueador y empezó a caminar.

Namjoon se quedó pasmado por lo que para el parecieron horas, pero solo fueron segundos, la persona que si se dio cuenta fue Jin que lo miro y se regreso en sus pasos.

— ¿Paso algo Namjoon?¿ Le puse algo a tu café que no te gusta? ¿ Se te perdió algo? ¿ Dime qué está...— antes de que pudiera terminar la frase Namjoon lo arrastró hasta su habitación.

Ya dentro lo arrincono contra la puerta y poso sus manos en la cintura de Jin y se escondió en el cuello de su mayor.

—Muchas gracias—con aquel susurro supo que hizo estremecer al mayor.

— ¿Por qué me agradeces? — el mayor le susurro de vuelta todavía quieto en su lugar.

—Por haber cuidado tanto de nosotros.—en realidad lo quería decir era, por haber cuidado tanto de el. Por haberlo apoyado, por todas las cosas en las cuales Jin le dijo que no se rindiera. Por haber sido uno de sus pilares para no dejarlo todo, por haberlo consolado cuando se sentía morir. No se atrevió a decirlo.

— Namjoonie, no tienes que agradecerme algo que hice porque yo quise—Jin le acaricio el cabello mientras le susurraba aquellas palabras.

—Lo se, pero igual nunca te lo habíamos dicho. Nunca te lo había agradecido— tomo una pequeña distancia de su mayor, quedando cara a cara. Por un momento había pensado en besarle aquellos labios que se veían como unas fresas en su rojo perfecto, pero decidió que eso sería muy atrevido para su relación, así que se decidió por algo que ya habían compartido y se sentía todavía muy íntimo. Besos por toda la cara. Lo habían hecho antes, cuando había encontrado a su estrella llorando y decidió que iba a limpiar cada lágrima con besos. Cuando se prometió que ayudaría a sanar cada herida, se prometió que mantendría esa sonrisa, así no fueran para el. Porque el mundo merecía ver a esa estrella ser única y brillante, porque para el Jin era su estrella más brillante y el haría que el mundo viera lo mismo que el. Viera lo hermoso, lo encantador y especial que es para el mundo. El no es solo una estrella, el es el sol.

 La estrella más brillante e importante de este planeta, esa estrella es Jin para el, por lo cual sería capaz de darlo todo para que el mundo lo viera y sintiera que su Hyung es lo más importante de todo el universo, si es posible.

Ma Belle Seok-jinWhere stories live. Discover now