2.

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Aunque lo dudó un poco y llegó increíblemente tarde. Changbin se decidió a dirigirse al determinado número de habitación. No necesitaba una llave, forzar una cerradura era como montar en bicicleta, se vuelve automático con el tiempo.

Al entrar el chico recorrió la habitación, al parecer el tipo que lo invitó no llevaba más de un par de días aquí porque todo estaba ordenado como si no pasara mucho tiempo en el lugar. 

- " Te tomaste tu tiempo-" Habló de pronto el mayor luego de salir de una habitación con una toalla secando su cabello. 

Su repentina voz provocó que el menor se sorprendiera, volteandose rápidamente para dirigir un puñetazo directamente a su rostro.

- " Auch.."  Bangchan puso su mano en su ahora adolorida mandíbula para sobar la zona. 

- " No eres mucho de sorpresas, ¿no es así pequeño?" Preguntó el mayor esbozando una leve sonrisa mientras movía su mandíbula.

- " Ya te dije que no me llames así. " Se limitó a decir Changbin dejando de estar en posición de ataque. 

- " Dios qué mano más pesada tienes, cada vez me impresionas más.. Lo bueno es que tengo algo de resistencia al dolor." 

- " Estaría un poco decepcionado si un simple golpe fuera suficiente para detenerte." Comentó el menor en una corta carcajada.

Changbin vió detrás del más alto una mesa llena de botellas de ginebra.

- " Veo que estuviste ocupado."

- " Compré lo mejor para ti, obviamente." Indicó el mayor con su mano para que el más bajito se sentara.

- " Amaría un trago, fue un largo día."

- " ¿El negocio va mal?" El chico de hoyuelos vertió el alcohol con tranquilidad en uno de los vasos que tenía preparados para el contrario, sin embargo este último se llenó de desconfianza al escucharlo.

- " Oh, digo, el trabajo de medio tiempo que seguramente debes tener." Bromeó Bangchan.

- " Seo Changbin." Terminó de decir ofreciéndole el vaso con una sonrisa ladina.

Al escuchar su nombre completo el menor automáticamente se acercó a él para poner la hoja de su cuchilla a centímetros de la garganta del más alto. Este último en vez de asustarse solo se limitó a esbozar de nuevo esa sonrisa ladina. 

- " Vamos, ¿Crees que invitaría a un extraño aquí? No podía hacerlo, debía saber más de tí. " Aseguró el mayor tomando con calma un sorbo de la bebida que había servido para el chico. No se movió ni un centímetro aunque tuviera una afilada arma en su cuello.

- " Deja de mentir." El menor acercó aún más la afilada arma a su cuello provocando un quejido en el contrario al sentirla.

- " Ah, de verdad que eres interesante." Admitió el mayor en un suspiro.

- " Bien, te investigué luego de esa vez en la celda. No podía parar de pensar en ti así que decidí seguirte hasta llamar tu atención.
Si que eres escurridizo Seo Changbin. Dejas un completo desastre a tu alrededor pero es un verdadero desafío seguirte el rastro." Explicó el más alto recorriendo al chico con la mirada.

- " ¿Esa respuesta querías escuchar?" Preguntó el mayor luego de examinarlo, elevando su vista para toparse con esos ojos serios.

- " ¿Qué llevas meses acosandome? Es un buen inicio." El chico quitó el arma de su cuello y puso sus manos en el vaso que sostenía el mayor, arrebatandoselo y tomando un trago mientras veía fijamente sus ojos.

ᴍᴀꜱᴛᴇʀᴍɪɴᴅꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora