Capitulo. 2 "Una marca puede poner tu mundo patas arriba".

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Alguna vez han estado en una situación incómoda, en esas donde no saben cómo mirar o hablar a la otra persona. Pues asi me sentia en este momento, no por el hecho de haber visto a mi alfa de nuevo... Era el simple hecho de que no sabía cómo reaccionar ante esto.

- Viejo, llevas una semana sin ir a clases. ¿Todo está bien? -

Suelto un suspiro sonoro, y apoyo mi cabeza en la mesa del comedor de la escuela.

- Todos los profesor han mostrado preocupación por su alumno estrella, pero más el maestro Astley -

Mi piel se eriza al escuchar ese nombre, elevó mi cabeza y lo observó con cierta sorpresa.

- ¿Por qué lo dices?-

Lleva un bocado grande de comida a su boca y la llena por completo, eso le impide hablar y se encoge de hombros.

- Cómo sea, me pasó a retirar. No me siento bien hoy-

El deja su tenedor a un lado y lleva su mano a mi frente, después saca su celular y revisa unas cosas .

- Joder darcy, justamente tenía que ser hoy -

Miro extrañado su rostro y trato de procesar lo que me quiere dar a entender. Pero me ví interrumpido por el sonido de notificación de mi celular.

- Esto tiene que ser una jodida broma -

Cómo si de una bomba se tratase, mi celular comenzó a realizar una cuenta regresiva y eso solo daba a entender que estaría en riesgo en los próximos minutos.

- Joder!-

En ese instante trate de mantener la calma y buscar mis inhibidores, pero para mí mala suerte no traía conmigo ninguno. Ya que, según yo mi ciclo comenzaba hasta dentro de dos semanas. Salgo apresurado del comedor y trato de buscar el pasillo que me llevaba a la puerta principal, al ir apresurado choco con un cuerpo.

- Disculpa -

Sin fijarme bien con quién había chocado, trato de correr a la puerta principal, pero mi vista comenzaba a ser nublada y con ello el calor comenzaba a expandirse por todo mi cuerpo. Cómo si la habitación del conserje fuera un ángel, su repentina aparición a mi campo de visión hizo que entrara en el y tratara de calamar mi respiración. Pero fue en vano, con desesperación comencé a desabrochar mis pantalones y con urgencia saque mi miembro que pedi a gritos ser liberado. Con un ligero agarre comencé a frotarlo de arriba hacia abajo, como si estuviera siendo acariciando por mis manos.
Mis jadeos eran cada vez más ruidosos y mis párpados comenzaban a ser pesados dado al placer,  con desesperación comienzo a mover de forma más rápida mi mano para poder llegar al climax. Mi cuerpo estaba demasiado sensible, mi otra mano subió ligeramente mi camisa y mi boca fue un gran gancho para sostenerla. Comencé a frotar mis pezones, todo marchaba de maravilla y estaba claro que pronto llegaría al maldito climax. Hasta que pude sentir una tercera mano en mi miembro erecto.

- ¿¡ Pero que...!? -

Mi pregunta se vio interrumpida por una enorme mano que fue llevada a mis ojos, impidiendo que yo pudiera ver de quién se trataba.

- Solo déjate llevar -

Con esas simples palabras mi cuerpo comenzó a soltar sus feromonas y como grabé error el aire comenzó a ser llenado por mi olor, pero de igual forma fue mezclado con las feromonas de la persona que se encontraba en frente de mi. Por la intensidad y el olor tan fuerte que desprendía era adictamente delicioso.

- Joder -

Su voz salió como una maldición, pude escuchar el sonido de desabrochado de una corbata. Sentí ligeramente como la mano era quitada de mis ojos pero antes de poder abrirlos pude sentir como eran vendados.

- No te la quites -

En ese momento la voz autoritaria del alfa me hizo estremecer, y no por que fuera autoritaria, era por la dominancia que te obligaba a mostrar.

- Un alfa puro -

Mi susurró hizo que toda acción que teniamos ambos se viera pausada. Los minutos comenzaron a transcurrir y estaba a punto de quitarme el vendaje para saber que estaba ocurriendo, pero me vi interrumpido por unos labios feroces que comenzaron a Deborar los míos. Como un puberto primerizo comencé a soltar pequeños pero a su vez sonoros gemidos. El roce era apresurado pero a su vez como si fuera un maldito experto tocaba zonas de mi boca que de jamás hubiera imaginado que podían exitarme demasiado. Ahora entendía cundo me decían que aveces con un simple beso podían llevarte al éxtasis. El se separó de mis labios y pude escuchar su respiración agitada que claramente se mezclaba con la mía.

- Tu fiebre a baja, debes irte lo más pronto y ponerte los inhibidores para no ocasionar un accidente -

Con un jadeo incesante doy un asentimiento y escucho como salen del lugar. Con dificultad quito el vendaje y observo que es una corbata, la misma que traíamos todo los estudiantes. Al mirar mi miembro pude ver que me había venido y pensar que solo fue un maldito beso. Con pesar limpio todo y acomodo mi uniforme, salgo del aula y trato de caminar apresurado para llegar a mi auto. Pero me ví en un frenon cuando ví la corbata arrugada en la palma de mi mano, con cierta molestia me pregunta ¿Quiera era él?. El andar comenzaba a ser mal ligero, ahora podía moverme de forma fácil y eso me permitió poder llegar a mi auto y salir apresurado de la escuela.
Traté de concentrarme hasta poder llegar a casa y calmarme un poco, pero no sirvió de mucho y menos con la presencia de ese tipo desagradable.

- Señor darcy, es bueno verlo de nuevo -

De reojo veo al otro vehículo que se encontraba a la par mía, era un viejo amigo de papá. Que aún que el no lo notará siempre me veia de forma descarada y obscena..
Trato de ignorarlo pero el seguía hablando y algo que me hizo querer entrar en crisis fueron sus palabras absurdas.

- Serías un buen compañero, por qué no aceptas ser mi Omega y así tus padres no tendrian que preocuparse por ti nunca más -

Antes de poder siquiera responder escuché el motor feroz de una motocicleta, una hermosa Ducatid Diaval. La persona montada en ella se veía dominante, como si quisiera que todos se enteraran que era un alfa. Si vestimenta negra hacia que tuviera temor. El giro si vista a mi por un instante y se quedó así un par de segundos, después giro bruscamente al ver qué la persona a la par mía reclamaba por qué se había colocado en medio de los dos.

- Joven mocoso, acaso no sabes modales. Estaba hablando con este chico y tú te atraviesas -

El chico de la moto lleva sus manos a su cuello y desabrocha el casco, lo saca ligeramente de su cabeza y si cabellera blanca hace revuelta. El pasa ligeramente si mano para acomodar su desordenado pero a la vez sexy cabellera.

- El único que sigue ladrando eres tú, le recuerdo que está en vía pública y el ir manejando y charlando es considerado una multa -

El rostro del socio de mi padre se contrajo del coraje y subió su cristal, el chico soltó un bufido y comenzó a reír burlón.
Antes de volver a ponerse su casco me miró y sonrió ligeramente para arrancar y perderse entre en la multitud de autos. Mi piel se erizo al escuchar mi celular sonar, al tomarlo pude ver qué marcaba un número privado. Con duda deslice el botón verde y antes de poder hablar la voz autoritaria de Astley rompió mis tímpanos.

- ¿¡Quien carajos era él y por qué déjate que te marcara!?-

No entendí su pregunta hasta que pude sentir un ligero ardor en mi oreja izquierda, al verla en el retrovisor pude ver las ligeras gotas de sangre y las pequeñas marcas de dientes. En qué momento había Sido marcado de nuevo, mi mano fue llevada a mi oreja y una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo haciendo que me surgiera una pregunta, ¿Un Omega podía ser marcado dos veces?.

El profesor de leyesWhere stories live. Discover now