Merrie usó la situación del accidente como excusa para escapar de su realidad, para alejarse de todo.
Esto trajo consigo una gran consecuencia, la pérdida de todo lo que tenía, se sintió peor, pero eso la fortaleció, la hizo resistente a lo que los demás decían, a su entorno, se volvió un animal salvaje.
Sin embargo, a pesar de eso, también adquirió un fuerte pensamiento crítico empañado por la tristeza de su pasado.
Esto la hizo pensar más profundamente en el futuro cercano, lo que haría, como usaría su ventaja, entonces lo recordó, recordó a Lou.
Sentía una extraña fuerza que la movía hasta una tienda, en el medio de la nada, donde pagaban bien, demasiado bien, donde consiguió trabajo, una vez más.
Entonces, un día, mirando al espacio infinito ya que no habían clientes a esa hora del día, entro un sujeto extraño, un individuo que se le hacía muy conocido y en efecto, era él, Lou.
Ella solo lo observó, él no la reconocía, eso le dio una ventaja.
Continuó observando hasta que salió y ella lo siguió sigilosamente hasta su casa, esperó un momento a escuchar si había alguien más en la casa.
Después de la espera, se paró frente a la puerta blanca y tocó.
