Vicky entrecerró los ojos desconfiada. 

—¿Desde cuándo te interesan esas cosas? Y aún más siendo fugitiva. 

Enola se encogió de hombros con expresión inocente, pero antes de que respondiera, Irma levantó ambas manos pidiendo que se callaran. 

—Sospecho que el Sr. Holmes no sabe de esto, así que me iré a distraerlo. 

Ambas chicas sonrieron agradecidas. Cuando ya estaban solas, Enola volvió a hablar. 

—No lo sé, he pensado en que las malas decisiones me han llevado a esta situación- colocando las manos tras su espalda, agregó- Creo que lo más conveniente es que sea como tú. 

Vicky negó con rapidez, su dedo índice moviéndolo de lado a lado acompañando su expresión. 

Por un momento casi la había convencido, hasta que el recuerdo de su amiga entrando en crisis ante la idea de ser como ella volvió a su memoria. 

—¿Cómo planeas convencerme de que quieres casarte, formar una familia y lucir vestidos que si te hagan ver bonita? 

Enola se mostró ofendida. 

—Está bien, tú ganas. No quiero ser como tú, es más, me suicidare si eso ocurre. 

Vicky sonrío satisfecha ignorando algunas palabras que pudieran llevarla a matar a su amiga. 

—¿Qué estás planeando Enola? 

La nombrada se acercó a ella para susurrarle. 

—Quiero hablar con William, necesito saber que tan culpable es de la desaparición de Sarah. 

—¿No acordaste con Sherlock que él se haría cargo? 

La más joven la miro suplicante. Notando que su amiga no cambiaba su postura, la abrazo fuertemente sorprendiendola. 

—Por favor, eres la mejor tutora que podría tener, no me decepciones. 

Identificando su maniobra pero aun sintiéndose engatusada por sus palabras, Victoria suspiró devolviéndole el abrazo. 

—Está bien- aceptó- pero deberá ir también Masón. 

Enola se separó confundida, pero decidida a aceptar sus partes si con eso conseguia que fuera su cómplice, pues ya había pensado que le diría a Sherlock para que la dejase salir de la casa sin interrogarla. 

Por otro lado, Victoria ya había pensado que escusa le pondría a Masón para que la acompañase a un baile lleno de verdaderas damas solteras sin que se quejara. 

Sonriendo, agregó con simpleza. 

—Ya sabes, necesitamos una invitación y estoy segura que Masón la tiene aunque no vaya nunca a esas cosas. 

🔍🌹🔎 

Cuando llegó la noche y los tres chicos se encontraban en el carruaje de los Williams. Masón no pudo soportar su emoción de estar en medio de una misión y comentó: 

—Ser espía te aporta una esencia muy exquisita pequeña Holmes. 

Vicky rodó los ojos sentada frente a ambos. Del otro lado, Enola gruñó molesta. 

—Pues deberás ver mi exquisitez de lejos porque en cuanto entremos te alejaras. 

Masón asintió sonriente depositando un brazo sobre los hombros de la chica. 

—Tú tranquila, tienes el mejor cómplice. 

—Masón. 

El nombrado miró a su hermana casi que con desconfianza, aún sin confiar del todo en que lo hubiese perdonado solo por llevarlas a aquel baile. 

Victoria HolmesOù les histoires vivent. Découvrez maintenant