Parte 2

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"Es inusual encontrar sobrevivientes en el mar en tan buen estado, sigue vivo y esta parado enfrente de nosotros, sin embargo es demasiado temeroso capitán"
El sonido del mar chocando con el barco y las pequeñas gotas de agua chocando en la cara del naufrago le brindaban frío, tenía sus brazos cruzados en busca de calor aunque su ropa estaba seca, no se sabe como habían encontrado a este sobreviviente cual parecía no verse afectado para nada por la situación?
"Llévelo con el general, ahora estoy ocupado."
Una leve sonrisa se vio en la cara del naufrago, pero ninguno de los dos lo notó. Con la punta de una pistola en su cabeza, el naufrago se dirigió a la oficina del general, seguía las direcciones que el marinero le daba. Las puertas de madera se abrieron sonando de una manera incómoda para el naufrago. la mirada profunda del general se fijó en el.
"Porque decidieron traerme a esta sanguijuela? No debería estar en la parte baja del bote con los demás esclavos?!"
Dijo en un tono molesto, estaba sentado en una silla de cuero negro con toques de oro en los bordes, una mesa amplia de madera de color negro que tenía millones de papeles desordenados, una lámpara casi rota y cerveza sin terminar, la oficina parecía la que te imaginarías en cualquier historia de piratas sin embargo esta parecía ocultar algo.

Los ojos del naufrago cambiaron de color a un tono rosado oscuro, su mirada parecía sumida en el alma del general, esa maldita mirada, la del maniático que destruyó su hogar, sus barcos, su historia y por poco.. Su vida. 

"Maldito hijo de perra! Sigues viviendo!" 

Dijo levantándose lleno de ira y caminando con una pistola cual sería apuntada a la cabeza del naufrago ; Este solo respondió cambiando su expresión a una de sumisión, era obviamente falsa para el general, la persona cual había dirigido al naufrago estaba confundido, casi sorprendido de no saber nada de lo que hablaba el general ya que tenía experiencia trabajando para el más de 20 años. 

"Moldevick déjanos solos, tenemos una asunto que resolver.."

Así se retiró dejando al conocido naufrago mirando el arma que sostenía el general, ignorando eso, se sentó y esperó a que el general lo hiciera también, el naufrago le sonrió de ojera a oreja, parecía sumamente calmado, incluso.. Parecía que tenía el control.

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