16|Regalame esta noche

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Un agujero negro tragándome desde adentro.

Fue entonces cuando me di cuenta de lo que ya sabía: Lotty no era una chica más de la lista. No sería una chica más de mis anécdotas sinvergüenzas. Ella era más que eso. Era esa persona con la que sabes que, quizá nunca podrás estar, pero que es buena para ti.

Siempre fue buena para mí.

Aterrizo en el piso donde queda su habitación. Suelto el aire al pararme junto a su puerta. No necesito aporrearla, porque seguidamente es abierta por alguien. Una chica de cabello miel con grandes ojos adormilados me mira de arriba abajo estrujando su ceño. Entreabre la boca al percatarse de la persona que traigo en brazos. Creo que su nombre era Trisha... Trina... ¿Trinidad?

Me apunta con su índice.

—¿La mataste, idiota?

Me quedo sin sangre. Inmediatamente, comienzo a negar.

—¡No! Solo se quedó dormida.

—¿Y no se despertó en los cinco pisos que tuviste que traerla como daddy canguro? —dice cruzándose de brazos.

Le ofrezco una sonrisa petulante.

—No por nada soy el capitán del equipo.

Ella rebuzna, y se hace a un lado, permitiéndome entrar a su recinto.

—Recuéstala allí —me indica, señalando la cama de Lotty. Me trago los impulsos de hacerle saber que conozco el lugar porque he estado aquí antes.

Sin embargo, termino cumpliendo sus órdenes en silencio.

Con cuidado para no despertarla, la deposito lentamente sobre la cama. Ella se remueve al entrar en contacto contra el colchón. Se acurruca, y el corazón me late en los oídos cuando hace un sonido muy similar a un rebuzno, pero no se despierta y me tranquilizo.

La chica que me abrió la puerta se mete a su cama.

—Debe tener el sueño como una osa.

—Lo tiene —murmuro, doblando el bordillo de la cama asegurándome que esté bien cubierta. Humedezco mis labios frenando a la sonrisa que se quiere formar en mis labios—. Gracias, Trina.

—Taissa —me corrige con mal humor. Lo anoto en mi cabeza, y ella rueda los ojos—. Cuando salgas cierra la puerta.

—Vale.

—Y no te la quieras pretender de sabroso metiéndote a su cama.

Subo los brazos en ofrenda de paz.

—No lo haré.

—O te hago brujería.

Trago grueso, y vuelvo a asentir.

—Tranquila. Puedes confiar en mí.

Taissa me ignora, se da la vuelta y se pierde bajo las colchas de su cama.

La habitación se encuentra a oscuras, solo a merced del leve halo de luz que se filtra entremedio de las persianas. Se dirigen justo sobre la cama de Lotty. Bañando su rostro de luminosidad como si fuese especialmente para ella. Ahogo un suspiro, y me limito a contemplarla durante varios segundos más.

Ella tiene un rostro delicado. Una piel tan suave como el algodón y tan brillosa como la seda. Sus pestañas no son muy curvas pero se ondulan en las puntas justo a la medida. Sus labios son rosados sin necesidad de maquillarlos, pronunciados, carnosos, tentativos. Su cabello le hace honor, resaltando sus facciones pálidas. Es rubio, pero no tan rubio. Tiene ligeras luces doradas en algunas partes, y es más miel en otras.

Tentación Irresistible © [Completa✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora