(Un poco corta por la falta de información de lore.) Swain rosa de cristal. Talon rosa marchita. Akshan rosa de cristal.
Otro año, otro festival qué tenía que ser perfecto y Swain confiaba en que los protectores de la rosa de cristal no fallarían con su misión.
Estuvo hablando con Zyra esa tarde, ambos sabían que Syndra estaría en cualquier momento para aterrorizar a todos con su magia y apoderarse de la rosa, pero no pasaría, de igual forma, el líder tenia un mal presentimiento, algo poco propio de él. Dejó su charla con la portadora de la rosa y se encaminó a buscar a Akshan, advirtiéndole el pensamiento que tuvo minutos atrás.
Akshan asintió poniéndose alerta, se retiró dejándo a Swain en la habitación del enorme lugar. Todos estaban afuera divirtiéndose en un festival cuyo motivo es el respeto hacia éste mismo.
No pudo evitar pensar en su portadora, no quería fastidiarla con que tenga cuidado, pero temía que algo le pasara.
Llego Janna, una de las personas encargadas y de igual forma una de las protectoras de la rosa, vino a darle aviso de que ya tenian los preparativos listos para la ceremonia.
Asintió, mandó a que se adelantara y luego iría con ella a buscar a su portadora.
Janna se despidió cortésmente mientras Swain se sentó a descansar mentalmente frente a un hermoso ventanal de un fino marco blanco hecho en madera.
Beatriz se posó en su hombro, este no le prestó atención, pues ya sabía que había alguien mas en la habitación.
- Ya sé que estás aquí, no seas cobarde y encarame, rosa marchita.
Se dió vuelta, y atrapó con su mano de cuervo al intruso que pretendía hacerse invisible.
- ¿Qué me trajeron los cuervos?
Miró atentamente al hombre qué estaba atrapado frente a él, una expresión de odio se forjaba en el. El protector de la rosa de cristal lo atrajo con su garra.
- A pesar de las espinas, tu flor es algo digno de observar.
Talon no entendió nada de lo que ese anciano dijo, intentó safarse pero el peli blanco apretó au agarre haciéndo que el contrario se quejara y retorciera.
- Acabemos con esto rápido.
- ¿A que vienes con eso, intruso? No tienes oportunidad.
Salió del agarre del rosa de cristal y se mantuvo quieto en su sitio.
- Sé la clase de personas siniestra que eres, Swain, y sé que no tengo oportunidad contra ti.
Se arrodilló dejando su espada/daga a los pies del hombre, Beatriz susurró al oído de Swain para luego sali volando.
El peli blanco se acercó y peteo con fuerza al joven haciéndo que cayera sobre si mismo. Intentó levantarse pero fue imposible, pues un pie en su cabeza lo dejó inmóvil.
- ¿Acaso también sabes que soy de la clase de hombre que le gusta la sumisión?
Así el peli blanco se abalanzó hacia el muchacho de mechas moradas, tomó sus muñecas y así dejándolas a los costados de su cabeza.
Él simplemente se dejaba hacer, después de todo su trampa estaba funcionando, solo tendría que seguirle el juego al peli blanco.
- ¿No es mejor si me lo demuestra?
Swain frunció su ceño haciéndose entre las piernas del joven, dejó caer su gran abrigo por sus hombros y así se inclinó a suspirar su aroma.
- Que exigente, pero de igual forma de to demostraré.
Con su mano de cuervo bajó la cremallera de sus pantalones y se levantó, tomó con su otra mano al de mechas marchitas haciéndo que éste mismo quedara en sus rodillas.
- Vamos a ver si eres capaz de levantarlo.
Talon no supo que hacer, incluso si no estaba parada, el comandante tenia una gran verga. Con nervios tomó su miembro y lo tocó con suavidad para así metérselo a la boca. Comenzó chupandolo de forma delicada, así sintiendo como ésta se endurecía. Así procedió a metersela por completo mientras buscaba la mirada del mayor, el cuál lo miraba como si fuese un trozo de miérda, no le importó mucho, ya que su virilidad decía otra cosa.
Ambos ojos se habían encontrado, Talón tenía las mejillas calientes, quería que el portador de la rosa marchita lo follase de una vez por todas. Pero sin importar qué, no apartó su vista de sus oscuros ojos. De igual forma, nunca paró esa deliciosa mamada que le estaba regalando.
- Suficiente.
Con su mano de cuervo lo alejó, tomó de su pelo y lo levantó llevándolo hacia el enorme ventanal. Bajó sus pantalones con facilidad y así lo empotro aún mas al cristal del vidrio.
- ¡Espera un segundo!
- ¿Que sucede? ¿Tienes miedo?
- ¡No idiota! ¡No quiero que todos se enteren de que me estés follando?
Swain no lo tomó en cuenta y simplemente se adentró en él, Talon como respuesta solto un fuerte gemido por la sorpresiva acción.
Swain no le importó mucho el insulto y mucho menos la posición en la que estaba, pues sí, muchas personas podrían verlos, pero no le importaba, necesitaba follarse a ese mocoso malcriado antes de que algo le sucediese a su rosa. Cerró sus ojos y empezo a embestirlo de forma bruta su interior, al portador de la rosa de cristal no solo le gustaba el cálido interior del muchacho, sino también el cómo éste apretaba sin control.
Talon rogaba y obsenidades salieron de su boquita, sus manos se apoyaron en el vidrio para poderse manener de pie, pues Swain tomó una de las piernas suyas y la elevó para una facil movilidad.
- ¿Así de tanto te encanta mi culo,. Portador Swain?
El mencionado no respondió precisamente con palabras, su surda mantenía elevada la pierna, y su mano de cuervo masturbaba el falo de Talon, éste mismo continúo con sus gemidos haciéndose cada vez mas altos.
El sonido de un portón abriéndose con fuerza sobresaltó a ambos hombres, un hombre un poco más alto que Swain veía la escena confundido.
- Es decir que no te gusta un solo pene dentro tuyo, sino dos.
Afirmó Swain mientras Talon tragaba la verga del moreno, mientras Swain continuaba con sus certeras embestidas dentro suyo.
Akshan y Swain gemían de forma ronca, mientras que los jadeos de Talon se escuchaban ahogados.
Talon el respuesta al comentario le hizo una seña obscena al mayor.
Definitivamente Swain encontró un buen juguete nuevo, lo poseería y no lo dejaría irse, nunca.
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