La raza superior

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—Tú también crees eso? —Cuestionó Erik— Que podemos ayudarlos?

—Pues claro que sí —Afirmó— Si no creemos en que podemos hacer algo bueno, en qué creemos entonces?

—En que podemos hacer algo malo, en que ellos pueden hacer algo malo

—No te confundas Erik, sé que ellos pueden hacer algo malo —Afirmó Olympia— Pero también sé que yo puedo hacer algo peor, por eso creo que podemos ser buenos, que no hay necesidad de hacer el daño que sabemos que podemos hacer

Erik la miró, tan llena de esperanza, tan llena de luz

—Ya estuve bajo la merced de gente, nunca más, tomo mi propio camino, no el que otros me impongan

—A qué te refieres?

Entonces Erik levantó la manga de su chaqueta y de su playera, en la mano izquierda tenía un tatuaje, un número, ella lo supo de inmediato. Recordó su primera conversación de verdad, cuando le preguntó si era alemán y él dijo que algo parecido. Erik era judío, y había estado en un campo de concentración

—Lo siento tanto Erik —Se lamentó

—No necesito tu compasión

—No es compasión, es enserio, lo lamento tanto. No merecías eso, nadie lo merecía

Con cuidado Olympia acarició el tatuaje de Erik, no sabía qué decir, quería decir algo que lo consolara, pero tampoco quería sonar irrespetuosa o dar el mismo discurso que todos daban, así que en su lugar, bajó la mano lentamente, acariciando la muñeca de Erik, hasta llegar a la palma de su mano, para finalmente unir sus manos

Erik sabía que Olympia no estaba usando su poder, pero en cuanto comenzó a acariciarlo, Erik sintió su piel quemar, sintió que todo ardía dentro de él de una manera que nunca había ardido, de una manera que ardía pero no dolía y cuando sus manos estuvieron juntas, fue como si el sol mismo estuviera ahí, llenándolo de calor y de paz

Y ahí fue cuando Erik lo supo, no importaba qué tanto detestara la idea, él ya no estaba ahí solamente para matar a Shaw, él estaba ahí también por Olympia Madden

Olympia lo supo, cualquier rastro de confusión abandonó su cuerpo cuando se dio cuenta de lo perfecto que se sentía tener la mano de Erik en la suya, Olympia había caído por Erik Lehnsherr

Ninguno dijo nada por un buen rato, simplemente se quedaron ahí, disfrutando del tacto del otro, hasta que Olympia rompió el silencio

—Homo superior —Dijo

—Qué?

—Es el nombre científico que Charles le dio a nuestra raza, a nuestra especie. Me parece adecuado, pero luego recuerdo lo que se ha hecho en nombre de una "raza superior" y son matanzas, no quiero que haya matanzas, ni de su lado ni del nuestro

—Bueno, sí somos la raza superior, pero eso mismo hará que seamos mejores que los nazis

—Tienes razón, mientras no intentemos controlar todo, seremos mejores

Erik le sonrió, pero la realidad es que ya no pudo sacar la idea de su cabeza. Si los humanos, una raza inferior e igual habían masacrado a otros humanos por ser diferentes, qué le esperaba a los mutantes. Hasta ese momento, había cientos, pero los humanos eran miles, los humanos tenían la ventaja numérica, pero los mutantes la genética

Erik se prometió jamás ser sometido y jamás dejar que su gente fuera sometida y esperaba que Olympia y Charles pensaran de la misma manera

—Bueno —Dijo Olympia rompiendo el silencio— Lo mejor será que me vaya. Le prometí a Alex ayuda con sus poderes, mientras más pronto iniciemos, mejor

—Espera —Dijo Erik— Cuéntame más de ti

Erik se dio cuenta de que estar con Olympia rápidamente se había convertido en una necesidad

—Bueno, ya sabes la historia de mi mutación y sobre mi, bueno; no es de extrañar que haya estudiado lenguas, mi padre estudió lenguas y mi madre literatura, por eso el nombre tan raro —Explicó

—Si no estuvieras aquí, qué estarías haciendo? —Le preguntó Erik

—Investigaciones —Sonrió— Me encanta leer y traducir documentos, encontrar joyas perdidas y hacer que el resto del mundo pueda leerlas y apreciarlas tanto como yo lo hago. También me gustaría dar clases en alguna universidad, por eso conseguí la maestría. Tú qué estarías haciendo?

Entonces Erik notó que toda su vida se había dedicado a Shaw, a cazarlo, a vengarse de él, aún así decidió ser honesto con Olympia

—Cazar a Shaw, es lo que siempre he hecho

—Y una vez que lo encontremos, qué quieres hacer? Lo has pensando?

—No —Confesó honestamente— Nunca llegué a pensar en el después de cazar a Shaw, porque nunca lo vi tan cerca como ahora

—Me alegro que estés apunto de cumplir lo que tanto te has propuesto, y deseo estar a tu lado cuando encuentres ese nuevo propósito de vida

Olympia le hablaba de algo tan lindo, pero aún lejano para él, un nuevo propósito de vida. Erik nunca había entendido por qué la gente necesitaba uno, él creía que la gente podía solo vivir y ya

Luego se dio cuenta de la manera en que Olympia vivía. Vivía por el día a día, cada día hacía algo que le llenaba y que la acercaba a su propósito, lo vio en la semana de reclutamiento, había hecho ese su propósito, y una vez que lo cumplió, buscó otro y de esa manera Olympia Madden vivía de lleno la vida, no la vivía por sobrevivir, la vivía por disfrutarla, por sufrirla, porque era suya

Erik no estaba seguro de merecer a alguien tan pura

—Sabes que voy a matar a Shaw, verdad?

Olympia asintió con la cabeza

—Creo que hay mejores maneras, que puedes ser mejor que él. Pero si es lo que quieres y lo que te dará paz, yo no soy nadie para impedírtelo

—Qué otra manera hay?

—Podría pasar el resto de su vida en la carcel, sabiendo que fue Erik Lehnsherr quién lo puso ahí. Se que eso me torturaría hasta la muerte. Pasar el resto de mis días en una cárcel rusa sabiendo que Shaw ganó, que él me puso ahí. Pero piénsalo, qué va a satisfacer tu corazón? Y lo más importante, qué va a sanar tu dolor?

Le dio un beso en la mejilla y soltó su mano, tomó sus documentos y comenzó a caminar en dirección a las instalaciones




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Inside my DNA | Erik Lehnsherr | Where stories live. Discover now