— como se supone que haga eso, solo se hacer lo que padre a querido que haga — agachó su cabeza mirando sus rodillas

— puedes hacerlo — miro nuevamente su mano a aquel anillo que Gabriel le había dado antes de conseguir el resto de los miraculous — permítete explorar tus propios gustos y sigue los, yo estaré ahí para ayudarte —

El ligero y casi imperceptible movimiento en la espalda de Adrien le dijo que había dado una orden, esperaba no equivocarse en lo que hacía.

Adrien le sonrió con ese brillo singular que tenía y de forma repentina se lanzó a abrazarla, el gracias que le dio fue dado como un susurro que de no ser por la cercanía no lo habría escuchado, le devolvió el abrazo volviendo a ver aquella fotografía abrazando más fuerte a Adrien.

— hoy vendrá tomoe a hablar con tu padre, algo sobre el anillo, pudo convencer de que kagami venga también — se separó del abrazo viendo al chico — tratar con gente de tu edad puede darte una idea de que hacer y cuando tengas una puedes decirme para ayudarte con eso —

— me parece una buena idea — dijo levantándose y caminando a la puerta — iré por un bocadillo, ¿te traigo algo?  — ella negó 

— recuerda que mañana tienes tu clase de chino, puedes pedir un consejo de tu profesor para el siguiente idioma si aun no te decides por uno —

Apenas vio salir a Adrien regreso su mirada a la fotografía, aquella foto que enmarcó y acomodó en esa pared, suspiro un momento antes de moverla revelando detrás de esta una pequeña caja fuerte en la que apresuró a poner la clave, de las cosas que tenía ahí, una carta, un libro y un celular.
Tomo el celular encendiendo lo, busco en la galería los vídeos todos con Emelie, buscando el último de ellos.

Sus lágrimas caían al escuchar ese mensaje que era solo para ella, se sentía tan imponente, tenía que proteger a Adrien del duro camino que era perder a una madre, solo tenía que estar ahí como un apoyo para en niño, en lugar de eso ayudo al padre a tratar de cumplir un deseo imposible pensando que era lo mejor.

Y todo solo iba de mal en peor.

Adrien por su parte fue a la cocina buscando una pequeña merienda conformándose con un poco de pan, queso y uvas, su kuami no quiso esperar hasta la habitación para poder probar el queso solo tomó su trozo y empezó a comer moviendo su cola en señal de alegría. Ignoro eso y tomo más del queso para regresar a su habitación.

— sabes si kagami va a venir tendrás que ordenar este cuchitril —

Plagg floto alrededor de su portador mostrando el cuarto desordenado haciendo sonrojar a Adrien.

— las visitas no entra a los cuartos plagg —

Se defendió tomando su pan y masticando ignorando la risotada de su kuami; viendo su cuarto, sí, estaba sucio, si su padre llegará venir en algún momento seguramente sería para recriminarle el estado de su cuarto; dio otro bocado al pan y empezó a recoger la ropa sucia tirada en el piso, la nueva risa de plagg hizo que bufara mientras seguía con su trabajo, el pequeño kuami se sentó a un lado del plato para seguir degustando el queso que había en este moviendo su cola mirando el gran desorden que su portador se había dignado a recoger, noto el brillo plateado de un objeto sobre la mesa ligeramente oculto bajo unas camisas, su curiosidad hizo que se acercara y revelará el anillo que esa misma mañana Nathalie le había dado lo movió a la mesa para jugar con el encendiendo lo y notando la imagen de su portador.

Era sumamente interesante ver cómo ese anillo funcionaba como un celular, sobretodo la cámara, a Adrien no le llamaba la atención ese detalle pero a él sí, había estado molestando mucho con el celular de su portador como para entender su funcionamiento, sabía que la cámara era un pequeño lente pero por más que buscaba en ese anillo no encontraba el lente que hacía esa función, era extraño, sabía que no debía de impresionar se por la tecnología humana pero le era imposible, ese anillo por más que lo veía se le hacía imposible entender cómo funcionaba, incluso el monóculo que Adrián mantenía en un un cajon tenía más sentido para él que ese anillo.

Dirigió su mirada al cajon  para encontrar a su portador sacando las cosas de este y reorganizar, para que pudiera meter más cosas suponía, vio el monóculo y fue rápidamente por el, a Adrien no le importó plagg siempre hacia eso cuando algo llamaba su atención, aún recordaba como se quedó presionando cada botón del control de su TV fascinado por ver que hacía.

Plagg ahora tenía el anillo y el monóculo empezó a ver y comparar ambos, sus minuciosos ojos lograron ver el lente diminuto que hacía de cámara en el monóculo pero no encontraba nada en el anillo.

— curioseando —

El pequeño kuami dio un brincó por el mini susto que le dio su portador que ahora se encontraba en su silla junto a él tomando las uvas de su merienda, el pequeño felino miro a los lados examinando el cuarto notando el perfecto orden, sus ojos se achicaron viendo a su portador, enserio que aveces lo llegaba a impresionar demasiado ¡Ordenó muy rápido! No entendía cómo es que su portador no se daba cuenta de sus propias habilidades.

— plagg — Adrien lo llamo viéndolo extrañado — ¿Estás bien?—

— estoy bien, solo me distraje con el anillo — la sonrisa y pequeña risa que el chico le dio hizo que también sonriera — ¿Como terminaste tan rápido?—

— ¿rápido? —

— si tú cuarto estaba lleno de basura y ropa sucia, ¿como limpiaste tan rápido? Alguien más tardaría mucho más, estoy seguro—

— supongo que haber vivido años con reglas estrictas de orden me han hecho hacer estas cosas de forma rápida — dio una respuesta rápida sin mucha importancia.

Plagg solo acepto tal respuesta, sabía que las exigencias del padre de Adrien podrían causar ese efecto, podía recordar cada vez que su portador se tomaba fotos con sus compañeros siempre apareciendo como portada de revista, incluso las más casuales, lo hacía sin darse cuenta, podía entender eso.

Adrien le ofreció una de las uvas la cual aceptó, no siempre comía queso, aún así prefería comer queso, pero de vez en cuando comer otra cosa no estaba mal.

Adrián termino de degustar su pequeña merienda y se fue inmediatamente a la cocina a dejar y lavar el plato que había ensuciado, usualmente solo lo dejaba ahí para que por la mañana o noche llegará uno de los empleados de su padre a ordenar el lugar, en esas horas el se encontraba durmiendo o solo en su cuarto así que jamás los había visto pero si escuchado, Adrien apenas conocía la existencia del chef que le entregaba su desayuno por la mañana, por la tarde y noche su comida simple entre ya estaba lista y servida. Se sentía extraño hacer estas cosas por si mismo.

— Adrien — el llamado de Nathalie lo hizo girar encontrando a la mujer en el marco de la puerta denotando su seriedad de siempre — las tsurugi están por llegar — hablo ella acercándose a la nevera tomando un frasco de galea y pan ofreciéndole a Adrien quien acepto gustoso — Adrien — llamo al chico mientras miraba el pan untando lo con la galea — ahora que buscás tu propia identidad — mordió un momento su mejilla — quiero que sepas que tu padre no estará de acuerdo con muchas de las decisiones que tomes — vio como el niño bajaba su mirada ligeramente — y tan bien quiero que sepas que eso no debe de importarte, yo estaré ahí para apoyarte y ayudarte — termino aguantando se las ganas de decir "y para protegerte de tu padre" lo dejo como una promesa interna conformándose con ver la cara llena de alegría de Adrien.

— gracias — le dio un abrazo que ella respondió volviendo a afirmar su promesa interna

— parece que llegaron — hablo Nathalie separándose del abrazo y caminando junto a él a la entrada de la mansión, noto a Gabriel bajando por las escaleras.

No dijo nada, nadie dijo nada, solo se acomodaron frente a la puerta que Nathalie abrió viendo a las tsurugi bajar de la limusina roja.

Adrien y kagami se sonrieron,
Tomoe y Gabriel se miraban sin cambiar sus expresiones de seriedad y Nathalie mostraba un rostro frío e indiferente.

Duele Where stories live. Discover now