Capítulo 02

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——¡Tu eres la culpable aquí, el no tenía nada que ver!.

——Cállate, ¡Cállate! ¡Tu no tienes derecho a hablarme de ese modo!.

——¡Cállame, cállame si quieres! Pero quiero que sepas... Quiero que sepas, ¡Que las cosas no se van a quedar así! ¡Tarde o temprano pagaras por lo que haz hecho!.

——¡QUE TE CALLES!.

Los pelos de la nuca de Juan se erizaron, el joven dio un paso hacia atrás y comenzó a mirar hacia los lados con desesperación.

Un grito.

Había escuchado claramente un grito, un grito de mujer. Podía describir al grito de todas las formas a excepción de las positivas.

——¿¡Lorena!? ——llamo, devolviéndose sobre sus pasos y usando a la linterna como ayuda, iluminando el camino. ——¿¡Lorena!?.

——¡Juan!.

Paro en seco, girando su cabeza hacia la morena. Lorena estaba parada bajo el umbral de una de las muchas puertas, en una mano tenía su celular y en la otra un libro viejo. Juan corrió hacia donde estaba ella y la abrazo con fuerzas.

——¿Juan? ¿Qué pasa? ——pregunto ella, confundida y correspondiendo lentamente al abrazo.

——Gracias a Dios, estás bien... ——el pelinegro murmuro, ejerciendo más fuerza. El abrazo duro unos minutos más, hasta que finalmente Juan decidió soltar a la morena.

——¿Y bien? ¿Me vas a decir que bicho te pico?.

——Gritaste ——dijo con obviedad. ——Pensé que algo malo te había pasado.

——¿Gritar? ——la chica arrugo su nariz con confusión, ladeando levemente su cabeza. ——Sea que sea lo que escuchaste, no fui yo.

——Pero si... ¡Fue un grito de mujer!.

Lorena arrugo su entrecejo, sacudiendo su cabeza y tomando al pelinegro del brazo. ——Creo que tuviste muchas exploraciones urbanas por hoy... ——murmuro, con un tono preocupado en su voz. ——Vamos a tu casa, ¿Si? Además, así aprovecho para mostrarte lo que encontré ——comento, tomando al chico del brazo y comenzando a jalarlo hacia la salida.

Juan no dijo nada y se dejo llevar, permitiendo que Lorena lo sacara y alejara del lugar. Miro sobre su hombro un par de veces, mirando la finca una y otra vez.

El... El había escuchado ese grito y había parecido tan... Real.

Demasiado para su gusto.

[...]

——¡Juan Diego Prada Olivar! ¿¡Ya vio la hora!? ¡Van a ser las once Juan, LAS ONCE! ¿¡DONDE ANDABA METIDO!?.

Los gritos y reclamos no se hicieron esperar.

Juan se encogió de hombros, apenado y murmurando miles de disculpas a su madre, la cual, era una copia exacta de el pero en versión femenina. Por el lado de Lorena, ella también estaba pasando por un fuerte regaño vía llamada, los gritos de su padre eran fuertes y claros y le exigían a todo pulmón el porque se reportaba hasta esas horas.

——¡Lo siento, lo siento! No volverá a pasar ——el pelinegro se disculpo, mirando a la mujer que estaba enfrente suyo con miedo.

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⏰ Last updated: Nov 22, 2022 ⏰

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La Orquídea | Historia original ✅Where stories live. Discover now