─No pienso disfrazarme hasta el siguiente Halloween, además como esos trajes no son fieles a ningún monstruo clásico, no pienso probarme ninguno más. ─Se divierte rompiendo las ilusiones de su prometido.

─ ¿Acaso escuché mal?

─No, Jungkook, no escuchaste mal.

─Si hubieras tomado el líquido simulador, el disfraz hubiera sido más completo ─razona.

─Ni tú te lo crees, por favor.

─No me puedes hacer esto, ¿ni siquiera los usarás en mis siguientes cumpleaños?

El de hebras grises bufa rodeando su cuello con los brazos.

─Déjame pensarlo.

─TaeTae ─pucherea jugando la misma carta engañosa que el peligris usó en su casa al ver las películas.

─Tal vez si consigues algunas menos "modernas" ─reflexiona.

─Está bien ─sonríe porque su prometido no pidió unas menos reveladoras, así que puede mandar a hacer la lencería especialmente.

─ ¿Tanto te alegra este pequeño juego?

─Por supuesto, no sabes todo el esfuerzo que puse en contener mi hambre y no saltar sobre ti ─susurra sobre sus labios.

─Me comprometí con una bestia hambrienta ─vuelve a reír, sus dedos juegan con las hebras brunas dejándose besar.

─Tu futuro esposo tiene hambre ─comenta luego de profundizar el ósculo hasta acelerar su respiración.

─ ¡Qué esposo tan demandante! ─se queja falsamente.

─ ¿Acabas de llamarme esposo? ─se detiene mirándolo con los ojos plagados de galaxias y polvo espacial, parece un cachorrito entusiasmado por un halago de su amo.

─ ¿Tengo otro esposo?

─No, sólo yo puedo ser tu esposo, sólo a mí me llevarás al altar. Seré Kim Jungkook.

─Claro.

─Dilo una vez más ─pide mordiendo un segmento de piel en su cuello.

─Esposo ─pronuncia en un jadeo.

Después de una sesión de besos mañaneros, deciden tomar un baño, con la excusa de revisar que no haya quedado ningún resto de semen que le cause molestias, el tatuado aprovecha para una ronda extra, sus cuerpos se encuentran rojizos y resbalosos por el agua caliente, el vapor los rodea, la espuma cae al piso mientras el sucio sonido resuena en las cuatro paredes.

Todavía deshecho, Taehyung es secado, vestido y liberado de las terribles garras de su novio; de vuelta en la alcoba, hay una mesa llena de comida cuyo aroma le recuerda el hambre que su estómago siente. Jungkook le alcanza un par de sándwiches que no tarda en devorar junto a un jugo de frutas azules.

─ ¿Qué hará más tarde mi esposo? ─interroga Jeon comiendo también.

El almibarado casi se atora por la última palabra con la que parece que el tatuado se obsesionó, busca el vaso con agua para dar un gran sorbo, se aclara la garganta buscando su propia voz. Aunque están juntos, no siendo un misterio a dónde va su relación, es tomado por sorpresa.

─B-Bueno, tengo que ir al atelier para probarme el traje para la fiesta después de la ceremonia, hay un par de correcciones que pedí que le hicieran la vez pasada.

─ ¿Puedo acompañarte? ─entrelaza su mano con la ajena, lleva el dorso hacia su boca para dejar un beso y no puede evitar imaginar que en ese momento parecen ya un matrimonio y en el futuro, sus mañanas serán muy parecidas a ésta.

─Claro, ¿los tuyos están ya listos?

─Sí, pero aprovecharé ahora para probármelos por si necesitan alguna pequeña variación.

Finalizado el desayuno, ambos suben al auto espacial de Kim, él introduce la dirección y se dirigen al atelier más exclusivo de la ciudad donde Taeyeon está bebiendo té mientras espera por su hijo.

─Mi mamá estará presente... y-yo...

─Descuida, todo estará bien.

─Lo sé ─entrelaza su mano a la ajena.

─ ¿Qué piensas de la casa en la que viviremos en el futuro? ─pregunta acariciando el dorso con suavidad.

─Al escuchar sobre sus características estuve preocupado, no sabía si encontraríamos un lugar que nos gustara a los dos, ya sabes, porque a ti te gustan las construcciones modernas y a mí no tanto... siempre somos muy opuestos.

─Sobre lo que dijiste ese día en tu casa, sobre el pasado y el futuro, lo he pensado, TaeTae.

─ ¿Entonces?

─ ¿Acaso no existe el presente? Nosotros vivimos en el presente, ambos, nuestra casa, nuestra relación pueden suceder gracias a que existe el pasado y que esperamos formar el futuro. Nosotros, somos dos fuerzas opuestas que colisionamos en un mismo punto generando todo lo demás.

─Es una buena metáfora ─admite conmovido.

─Soy todo un poeta si me lo propongo.

CUSTOM - KOOKTAEWhere stories live. Discover now