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- ¿Qué está pasando entre tu y Jeongin? - Minho preguntó al pelirrubio, este apartó la vista de su libreta.

- ¿Yo? ¿Y Jeongin? - Minho asintió. - Lo de siempre.

- ¿Te refieres a cocinar juntos? ¿Ir a sus casas tomados del brazo? ¿Almorzar juntos? - Cuestionó una y otra vez.

- Uh, sí. - A Hyunjin se le escapó una sonrisa después de responder, haciendo que Lee se molestara más.

- ¿Por qué? - Minho preguntó.

- Porque Jeongin es lindo.

"Porque Jeongin es lindo"

A Minho le salía humo de la cabeza. Y nunca supo descifrar el por qué.

Jisung miraba con el ceño fruncido a Minho, este estaba mordiendo su lápiz, mirando a la nada y moviendo su pie repetidamente.

Desde que Yang Jeongin apareció en la vida de los de ese grupo, no todo ha sido como antes. Las salidas ahora tienen a uno más con ellos, piden un helado más en la tienda, compran un ticket más para el parque de diversiones, guardan un puesto más para almorzar. Y eso era exactamente lo que Minho no quería que pasara.

¿Por qué? Simplemente porque siente que nada bueno puede salir de ahí. Y no solo lo siente, lo sabe.


- Hyunjin Hyung me compró galletas hoy. - Yang dijo, moviendo sus pies que colgaban de la silla donde estaban él y el peli azul.

- ¿Y? ¿No te quiso hacer galletas hoy y por eso las compró? - Escupió Minho, mientras seguía moleso por el inusual cambio en su grupo.

- Ah, Minho. - Jeongin replicó. - Perdón, Hyung. - Se corrigió cuando recibió una fea mirada del peli azul. - Hyunjin Hyung tiene poco tiempo últimamente.

- ¿No has ido a su cocina verdad? - Jeongin apretó sus labios. - ¿Jeongin?

- Lo siento es que él me invita y no puedo mentir.

- Bueno entonces no mientas. - Minho sonrió de lado.

- ¿Uh? ¿Co-..?

- Te invito a salir, salgamos. - Tomó su mochila y se la puso en el hombro.

- Hyung... yo...

- Vamos Innie-ahh. - Podemos ir a comer pasteles.

- Bien... - Hizo lo mismo con su mochila y salió de la escuela con Minho.


Cuando Minho y Jeongin llegaron a la pastelería, se sentaron en una mesa y se dispusieron a leer el menú. Estaba llena de distintos tipos de pasteles, bizcochos variados y cremas. Cada uno le pidió su favorito a la mesera.

- Jeongin. - Dijo el mayor llamando la atención de Yang.

- ¿Si?

- ¿Por qué sigues diciendo que quieres encontrar a quién escribió la carta cuando dices que no quieres enamorarte?

- Oh, solo me da miedo hacerlo, yo creo que mis "excusas" son muy tontas, pero pensar que todo acabará y terminaré siendo débil por esa persona, me da escalofríos. - Jugó con sus dedos mientras hablaba.

- ¿Y quienes crees que fue la de la carta?

- Hyunjin. - Y ahí Minho frunció el ceño. - Aunque preferiría ser algo un poco más de amigos, es muy divertido.

- No creo que sea él. - Demandó, Yang lo miró curioso. - Es obvio que se empezó a fijar en ti cuando te traje al grupo, antes ni nos hablaba de ti.

- Oh, entonces ¿Quién crees que sea? - Jeongin cuestionó.

- No lo sé, por eso hay que seguir buscando. - Lee alzó los hombros y comió de su recién llegado pastel.

- Ah, ya no quiero... - Suspiró Jeongin.

- ¿Qué? ¿No quieres seguir buscando? - El menor negó con la cabeza. - Pero ¿por qué? Nos falta.

- Es inútil Hyung, la persona debe ser muy cobarde, a estas alturas ya debe haberse confesado, no estamos llegando a nada. - Jugó con su pastel con su cabeza apoyada en su mano.

- ¡Tu fuiste quién me arrastró a esto! - Minho replicó.

- Si... uh, puedes dejar de hablarme, me quedaré así. - Bajó su mirada a la blanca mesa.

Minho se sentía ofendido, no solo por las palabras de Jeongin, si no también por sus acciones últimamente. Él se veía muy convencido en hacerlo. ¿Qué le hizo cambiar de opinión?

𝗠𝗮𝘁𝗵𝘀 𝗕𝗼𝗼𝗸 ; 𝗠𝗶𝗻𝗷𝗲𝗼𝗻𝗴Where stories live. Discover now