The Ssum: Nuestro primer encuentro (Parte I)

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Los focos le cegaron por un segundo, estaba temblando. La gente aplaudía a su alrededor, tenía que subir al escenario.

Era el primer premio que Teo recibió, como director, algo por lo que estuvo luchando de forma incansable. Y de eso ella era consciente. Lo había visto sin apenas poder descansar, llevando, a la vez, trabajos de medio tiempo que le permitiesen sobrevivir. Estaba muy orgullosa de su chico, por aquello sintió cierta impotencia al descubrir que su vuelo había sido retrasado. Aquel sería su primer encuentro en persona, ya que trabajaba en el extranjero, por lo que ambos estaban muy emocionados y nerviosos.

—Llegaré un poco tarde, cariño —le informó por teléfono, horas antes, muy a su pesar, sentada sobre su maleta—, pero no te preocupes, ve a la gala, es tu día, yo llegaré en cuanto pueda.

—Cariño, ¿cómo puedes ser tan comprensiva? Me entristece mucho que no puedas llegar a tiempo, tengo tantas ganas de verte... quería estar en el aeropuerto para recibirte y darte un abrazo y un beso.

—¿Solo uno? —bromeó la chica, provocando que el joven sonriera y sus mejillas se tornasen coloradas—, pensé que me querías más...

—¡Y te quiero! Te quiero muchísimo, quiero darte tantos besos que temo dejarte sin respiración.

Ahora fue ella la que sintió la sangre agolpándose en su rostro. Quería besarlo y mucho más que eso.

—Qué muerte más romántica, ¡como en las películas!

—Lo nuestro es mejor que una película. ¡Oh! ¡te tengo que dejar! Me están llamando, debo prepararme para la gala, espero verte allí, ten un buen viaje, cariño, ¡te quiero!

El chico colgó antes de que pudiese decir nada más. La muchacha ya no se sorprendía, tenía una vida atareada, siempre con cosas que hacer o ocupado. Solo esperaba que, en cuanto se viesen, pudiera tener algo de tiempo para ella.

Por otro lado, los nervios de Teo se incrementaban segundo a segundo. No solo podía ganar un premio esa noche, sino que vería al amor de su vida, la chica que tanto lo apoyó, desde sus momentos más débiles, en el hospital, y que continuó apoyándolo con todo lo que hacía. Ella era magia para él, una luz que iluminaba su camino y le daba fuerzas para continuar luchando, para convertirse en un hombre merecedor de su amor. Quería que se sintiese orgullosa de él, de lo que se había convertido, por ello trabajó tan duro.

Y sus esfuerzos habían merecido la pena. Acababa de ganar el premio a mejor dirección novel y una gran dicha le invadió. Sus amigos y compañeros de rodaje le felicitaron. Todos estaban emocionados por aquel triunfo, no obstante, un pinchazo le recorrió el estómago al pensar que la chica aún no estaba allí.

Teo había estado emocionado durante los últimos días, pensando en que, al fin, podría encontrarse con su amor, tras mantener una relación a distancia durante meses. Sin embargo, aún no había llegado. ¿Se habría perdido? Eso era una posibilidad muy plausible, conociéndola. ¿Debería llamarla para preguntarle? Solo pensar en ello le inquietaba sobremanera. No obstante, la castaña le habría contactado si ocurriese algo, ¿cierto? Y entonces su mente comenzó a jugarle malas pasadas. Tal vez, no querría verlo más. ¿Y si hubiera herido sus sentimientos, al no poder dedicarle todo el tiempo que quisiera? ¿y si no estaba preparada para tener una relación así? ¿y si solo quería que fuesen amigos? ¿esa era una forma de decírselo?

No, era imposible, hubiese sido clara, era demasiado honesta, confiaba plenamente en su palabra. ¿Pero y si no le gustaba cómo se veía en persona, en comparación con las fotos que le envió? Uf, aquellos pensamientos le estaban poniendo cada vez más nervioso. Debía centrarse, estaba en un teatro lleno de gente, esperando a que saliese a hablar, así que se arregló un poco la corbata, se recolocó el cabello, que había recuperado su negro azabache natural, y tomó aire, intentando calmarse.

The Ssum: Nuestro primer encuentroWhere stories live. Discover now