Aunque luego, sentí unos rayos solares golpear a mis ojos, me queje con un sonido gutural mientras que intente arroparme la cabeza con la sábana para evitar esa luz.

-Despierta bella durmiente – Dijo Sovi cerca de mi oreja, volví a quejarme.

- Déjame dormir… Tengo sueño – Me queje mientras que le di la espalda, el suspiro con gracia, sentí como se movió levemente, pensé que me dejaría dormir.

Aunque no fue así, sentí como, en cambio se acomodó mejor y con su mano deslizo mi bata por mi hombro dejando expuesta mi espalda y cierta parte de mi torso, aunque, al sentir que tocaba mi piel, su mano se sentía algo fría, en comparación a mi temperatura corporal, su mano viajo desde mi hombro a mi espalda baja por lo que, sentí un escalofrío.

- ¿Que pasa amor? – Pregunto juguetón, haciendo que yo me mordiera el labio intentando resistir, ¿porque estaba hoy tan sexy? Me enderece dejando de morderme el labio y me di la vuelta viéndolo.

– Tengo sueño, Sovi, ¿tú no? – Pregunte, le vi, estaba con su cabello desordenado y su pecho al aire, simplemente, era una imagen que nunca me borraría de la mente, me sonroje a un punto crítico y él lo noto tocando mi oreja como siempre hace.

- No, no tengo sueño, ya que mi sueño se está haciendo realidad – Dijo con una voz ronca que me hizo sentir volar las mariposas en mi estómago, cuando sentí como me rodeo con sus brazos mi cuerpo y me apego hacia el – Primero lo primero, los besos que me debes – Dijo con audacia para comenzar a besar mis labios con anhelo.

Simplemente quería vengarse de mí, ya que, en muchos de los casos que él me pedía algún beso antes de casarnos, simplemente lo esquivaba o le colocaba excusa con tal de no hacer eso y salir, obviamente perjudicados, aunque, para él, simplemente estaba siendo mala.

Con rapidez los besos subieron de tono, y sentía todo caliente, tanto su cuerpo, como el mío, la habitación, nuestra respiración, simplemente todo.

Ya incluso, no era el quien tenía que dármelos, ahora, yo le daba los besos con todo mi cariño posible, quería que el supiera lo mucho que lo amaba en base a mis acciones, es decir, gracias a mis besos.

Simplemente era un momento mágico de nosotros dos, que, al fin pudo hacerse realidad, era un momento de solo privacidad nuestra, sencillamente un sueño hecho realidad.

Sentir sus toques, sus besos en mi piel, no solamente en mis labios, sus roces constantes, en la manera como hacía que todo de mi fuera de el.

Simplemente, era una sensación mágica que tuvimos que esperar durante mucho tiempo, y, ahora, lo podíamos gozar con mucha libertad.

Eso no duro un solo día, aunque obviamente teníamos nuevas responsabilidades que cumplir, no estábamos obligados a salir de nuestras habitaciones por más de tres días, para darnos un tiempo para nosotros dos.

En los cuales, cada uno de esos días podíamos entregarnos sin ningún problema el uno al otro.

Obviamente, no todo el tiempo, al segundo día de estar aun dentro y ni haber salido una sola vez, tuvimos que salir de nuestra habitación ya que tendríamos que despedir a Navi y al pollo ya que ellos tendrían que festejar de igual modo por allá en el imperio de Occidente.

Así que, tenía que alistarme para despedirlos.

-Mmm… ¿Y si me coloco el morado claro? … - Me preguntaba, mientras veía los dos vestidos los cuales debatía para ponerme, Sovi se me acerco por la espalda.

-¿Qué pasa? – Pregunto mientras que me dio un beso en mi cabeza, y apoyaba su mentón de mi cabeza viendo hacia el mismo lugar donde yo veía, le respondí aun analizando los vestidos.

Mi Emperador Sovieshu x TuWhere stories live. Discover now