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— Narrador

Un día espectacular, el clima estaba excelente. La presencia de las nubes era por poco nula y el viento corría suavemente haciendo mover las hojas de los árboles haciendo una bonita sinfonía.

En la isla de Tortillaland, un híbrido de oso se encontraba presente en la pollería, en su oficina, dándole mimos a su gato albino, Pelusa.

Spreen— ¡Ven acá, Pelusa! Eres lo más tierno de todo el mundo. —Decía, con Pelusa en su escritorio acostada.

A lo bajo de su oficina, en el primer piso, una multitud de gente queriendo reclamando por su pollo frito. Mariana se encontraba atendiendo, y estaba bastante estresado por los clientes y estos no colaboraban mucho.

Ibai— ¡Este local es una total mierda! —Su enojo era más que obvio, todo por no ser atendido a pronto.

Mariana, ya harto de la situación, decide ir a la oficina de su jefe, Spreen.

MarianaMierda, ¡Esto se está saliendo de control! Estúpida gente ignorante. —Pensó, mientras caminaba enrabiado a la oficina.

— Spreen

Escuché la puerta de mi oficina abrirse, me puse en alerta moviendo mis orejas, quién sabe qué podría pasar, ya habían entrado a la oficina completos extraños.

Mariana— Um, buenas tardes jefe, los clientes están muy alterados, no puedo controlar la situación yo solo.

Spreen— Gente chota. Bueno, ahora iré a arreglar la situación. —Dijo con un tono molesto.

Ví a Mariana retirarse de la oficina. ¿Qué se cree la gente para actuar así por pollo frito? Boluditos.

"Creo que me dieron ganas de ahorcar a alguien" pensé.

Bajé las escaleras y vi el alboroto algo sorprendido, grité;

Spreen— ¡BASTA!

Un silencio se hizo presente en la sala mientras todos me miraban, sonreí.

Spreen— ¿Quiénes se creen que son para armar tremendo alboroto? Me tienen los huevos por el piso, váyanse ahora. El local está cerrado. —Dije gritando.

No era de esperarse que un gran bullicio de pifias se oyera, me importó una poronga y los saqué de mi local a patadas.

Solo miré al piso.

Spreen— ¿Qué mierda…?

Habían manchas de sangre.

Spreen— Uh, costará sacarlas. ¡Mariana! Limpia el suelo, está hecho mierda.

Escuché un "sí" algo aburrido de parte de Mariana y me fui a la oficina nuevamente, Pelusa me estaría esperando.

— Narrador

En otra isla algo lejana, exactamente el Dream SMP, había un chico en Las nevadas, vestía elegante, portaba una máscara con un ":]", siempre la portaba, nunca lo habían visto sin la máscara y era un total misterio.

Era un día bastante nublado, casi lloviendo, hacía frío y el sol no tenía ganas de aparecer.

?— ¡Slime! El día está bien feo, ¿Quieres que prenda la chimenea?

Slime— Claro, Quackity from las nevadas.

















HOLAAA, esta es mi primera historia, espero haberlo hecho bien 💔

Aclaro q quiero q la historia tenga buen desarrollo asi q van a tardar en encontrarse los tortolitos 🦆

Cualquier duda/queja me la dicen

Atte: Maxi 🐍

oh, darling ; quackity x spreenWhere stories live. Discover now