9˦ Eʟ Aᴅᴏʟᴇsᴄᴇɴᴛᴇ ᴇs ᴜɴ Rᴇʙᴇʟᴅᴇ, Cᴇʟᴏsᴏ ʏ Rᴇᴄᴇʟᴏsᴏ

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Hinata no era tan dedicado o agil para memorizar y entender los asuntos políticos de la villa, pero se esforzaba en aprenderlos y no desperdiciar el tiempo.

Se apegó con gusto en aquel estilo de vida de ese pequeño hogar. Observaba a Yamaguchi y su rutina, siendo muy atento a la limpieza y generalmente ordenado. Solo se desordenaba si su mente abrumada estaba igual. Podría estar haciendo miles de cosas a la vez, pero siempre era atento a la hora de llegada de Tsukishima.

Este era un aire completamente diferente para Hinata. Tsukishima no hablaba mucho a su alrededor y tampoco era muy activo. A pesar de ser tan reservado, estaba al pendiente de Yamaguchi y se desaparecía por completo si Hinata estaba cerca. Después de tantas miradas de repudio, estaba convencido de que era visto como intruso en el hogar para Tsukishima.

—Voy a lavarme. Si viene Tsukishima, me avisas.

—Esta bien. Voy a servirme más comida.

—¡Déjale algo a Tsukishima! —gritaba en un tono bromista ya desde el baño.

Hinata estuvo comiendo por segunda vez cuando se apareció Tsukishima, tal y como había esperado Yamaguchi.

—Bienvenido a cas....sa.

El más joven regresó con magullones en el rostro y posibles cortes en el torso que mancharon su ropa. Tsukishima aun se mantenía imparcial a pesar de su aspecto y tiró una canasta de pescado en la cocina para seguir de largo.

—Pero, ¿qué te pasó?

—Tuve una caída, y no es tu asunto.

—¿Y cómo caíste? Mira como quedaste. El maestro tiene que verte. ¡Yamaguchi-san!

Apenas le llamaba cuando recibió un empujón del chico.

—Imbécil. ¿Quién te pidió que le llames? ¡Quítate!

Se llevó un susto por la abrupta agresividad de Tsukishima. ¿Qué mal había hecho?

—Solo estoy tratando de ayudar.

—Nadie te ha pedido que hagas nada. Sigue ahí como estabas, tragando como holgazán.

—¡No es cierto!

Esto fue razón para Hinata enojarse. No tenía intención de parecer un aprovechado. ¿Lo estaba haciendo?

—Yo...solo estoy...

Sin tener argumentos para respaldarse, Tsukishima siguió la discusión.

—Estas aprovechándote de la amabilidad de Yamaguchi-san. Sus conocimientos, nuestro techo y nuestra comida. No hay ninguna ayuda en lo que haces.

Dejó de hablar tras escuchar la pisadas de Yamaguchi acercarse, quien le recibió con una bofetada en respuesta a su grosero comportamiento.

El ardor y el calor dejado en su mejilla, hizo que a Tsukishima se le estrujara el pecho en un sentimiento extraño de vergüenza y remordimiento.

Esto tomó a todos por sorpresa. Yamaguchi jamás había sido creyente ni participe de una educación a golpes, creyendo más en el diálogo, pero esto no aseguraba que fuera siempre lo ideal. 

Un Villano Amor | Tsukkiyama (+18)Where stories live. Discover now