Una oportunidad

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Después de que se llevaran a Jennie, Lisa había estado muy preocupada, hacia horas que no sabía nada de ella, ni siquiera sabía usar muy bien el teléfono para llamar a su suegro, es más, ni sabía el número, solo esperaba a que llame.

Sus amigos y hermanos estaban distraídos viendo la televisión en el cuarto de la castaña, solo estaban envueltos en las sábanas mientras Lisa esperaba ansiosa en el primer piso.

El silencio fué interrumpido cuando el teléfono comenzó a sonar, la rubia apresuró sus pasos para responder y siendo brusca, se colocó todo el teléfono en el oído.

_¿Jennie? - la bocina colgaba de un lado a otro - ¿Jennie? ¿Suegro? - sus orejas se movieron cuando escuchó la voz responderle, tomó la bocina y lo puso sobre su oído - ¿Hola?

_¿Lisa? Soy el padre de Jennie. Perdón si las preocupo pero...¿Su perro está en casa? Escapó en cuanto la bajamos del auto, no pudimos alcanzarla - esperó respuesta, pero no la hubo - ¿Hola?

Lisa había dejado el teléfono, salía de casa en busca de Jennie, cuando al final de la calle, la castaña llegaba a pasos lentos y jadeante. Se veía realmente cansada después de correr, tropezó muchas veces al no estar acostumbrada pero no había recibido golpes graves.

Jennie pasó por su lado sin decirle nada, la siguió detrás hasta que la castaña cayó cansada en la alfombra de la sala, suspirando.

"Casi me meten un termómetro por el..." Prefería no recordarlo.

_Jennie ¿Estás bien? - Lisa se inclinó ante ella. Sorpresivamente para la rubia, Jennie se levantó con pereza y se acurrucó sobre su hombro, necesitaba cariño y deseaba dormir un momento. Lisa entendió y sonrió levemente, acariciando su cabello - espera aquí ¿Sí? Limpiaré tu cama.

Jennie asintió y Lisa se encaminó a al segundo piso.

_¡LARGO! - se logró oír.

_¡Oye! ¡Deja mi cola!

_¡Ya nos estamos yendo!

_¡Solo tenías que pedirlo! - regañó Tzuyu, Sana estaba a punto de sufrir un paro por el susto - tranquila, respira, solo era mi hermana.

Todos quedaron en pijama fuera del cuarto, veían detrás de la puerta como Lisa arreglaba la cama, quitaba las envolturas de las golosinas y se apresuraba a volver a bajar.

Cuando Lisa llegó al escalón, miró con sorpresa a la castaña en su forma humana durmiendo en el suelo. La capa que aún usaba desde que su padre se la llevó, cubría parte de sus desnudes.

Lisa caminó lentamente a ella, inclinándose para poder levantar a la chica tan hermosa que tenía en frente. Su cabello estaba levemente despeinado y brillante, a excepción de la parte trasera que estaba sin cabello, solo uno pequeño.

Lisa sonrió con amor al verla, se veía tan tierna. Envolvió su cuerpo en sus brazos y con cuidado de no mover la bata, levantó a la castaña a su pecho.

El resto se hicieron a un lado para dejarlas pasar, también sorprendidos y orgullosos de que Jennie lo haya logrado. Iban detrás de ellas, cuando Lisa les cerró la puerta en la cara.

Jennie fué colocada con cuidado sobre la cama, cuando abrió los ojos y se encontró con la mirada de Lisa admirandola.

_Hola - sonrió de manera adorable - un gusto volver a ver a Jennie humana.

Jennie miró sus manos, nuevamente era ella, había vuelto, eso la hizo sonreír. Levantó la mirada a la rubia, y no dudando, la atrajo de sus mejillas y dejó un largo beso sobre sus labios, dejando sorprendida a la joven loba.

Una Loba Como Mascota Where stories live. Discover now