capitulo 1.

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‹Escucha mi dolor›

—¿Qué?— ONU se fija en donde se encuentra, sintiendo como si hubiera estado caminando dormido durante mucho tiempo.

Definitivamente, no estaba en su casa, sino en medio del océano. Lo único que lo salvaba de caer en el agua y hundirse como una piedra era el hecho de que, instintivamente, sus alas se presentan aleteando para mantenerlo a flote sobre la densa y profunda superficie liquida.

No era la primera vez que la representación se iba a dormir y despertaba encontrándose en un lugar completamente diferente cada vez, llegando hasta el punto de que otras organizaciones como FBI y CIA se quedaron con él para vigilarlo y saber como llegaba, pero ninguno de ellos fue capaz de hacerlo.

Confundido de encontrarnos en su destino actual, quiso entender la razón del porque había llegado allí hasta esa vez, o el por qué seguían pasando por eso.

Aleteó para moverse, recorriendo el vasto océano en el que se encontró, mas no encontró nada.

—Sin respuestas otra vez, ¿eh?— Suspiró, sintiéndose derrotado. Se elevó en el aire para intentar regresar a su casa, pero al intentarlo se sintió como algo comenzaba a jalarlo de vuelta.

Al mirar hacia abajo no vio lo que fuera que lo estuviera jalando, pero aun así lo sintió de nuevo.

Se acerco cada vez mas para investigar, no encontrándose con nada mas que no fuera su reflejo en las intranquilas aguas oceánicas.

Una señal de peligro se activo en su mente, de repente algo lo jalo repentinamente hacia abajo, haciéndolo adentrarse en el agua.

El ser seguido descendiendo y descendiendo, siendo incapaz de resistirse a la extraña fuerza que tiraba de él como si fuera una muñeca de trapo.

Sus pulmones y demás órganos se llenaron de agua a medida que iba más y más profundo, y aunque él no pudo morir por eso, fue realmente doloroso.

Cuando la sensación de presión se detuvo, el hombre abrió sus ojos para darse cuenta de que se encontró en una especie de paraje extraño.

—¿Que?— Ya no sentí el dolor en sus órganos provocados por el agua, y era más que obvio que el lugar en el que se encontró no contenía dicha sustancia, tal vez por eso dejo de sentir dolor. —¿Qué es este-?

Sus incógnitas mentales fueron interrumpidas cuando escucho un sonido extrañamente familiar, como si lo hubiera escuchado en alguna parte.

Y lo vio. Te vio.

Allí frente a él, estabas tú. Un cuerpo femenino que se encontraba de rodillas en lo que parecía ser el suelo del fondo del mar, tu larga cabellera verdosa ondeaba siendo movida por las ondas del agua que los rodeaba a ambos, el hombre vio como tus lagrimas pasaban a ser parte de aquella sustancia que los rodeaba, y supo que no eras humana.

—Uuh⁓ Duele... me duele tanto⁓...— Gimoteas, cuando alejas tus manos de tu rostro para darte cuenta de que no estás sola tu llanto aumenta mientras miras al varón frente a ti, exclamas: —¿Por qué? !

Tus lagrimas pasaron de ser hielo derretido a lava ardiente, que se aguantó al salir de tus lagrimales y caer al suelo como pequeñas piedras de obsidiana, dejando cicatrices en tus mejillas que sanaban al instante, a la vez de todo eso las raíces de tu cabello se tornaron del mismo color rojo brillante que el liquido incandescente que salía de tus ojos.

El hombre se echó hacia atrás con estupefacción al ver dicho arrebato, sorprendido de que incluso el suelo bajo sus pies tembló cuando la escuchó gritar de esa forma.

Él cae al suelo y al verlo no puedes evitar llorar desconsoladamente de nuevo, dejando de lado la ira que te había atormentado, te disculpas incesantemente.

Cuando ONU comienza a reincorporarse se da cuenta de las lagrimas que se vertían de sus ojos, no se sentía triste, tampoco sentía suficiente dolor como para verse incitado a eso. No, esos no eran sus sentimientos los que lo instigaban a eso. Eran los de la chica enfrente suyo.

—Uuh⁓ ¡Uwaah!⁓— El hombre te ve llorar como un bebé, repitiendo la misma oración una y otra vez. —¿Por qué son así?

—Disculpe, podría decirme que la aflige.— Habla cortésmente y con dulzura, acercándose pero manteniendo una distancia prudente.

—Les he dado todo de mi, pero mira como me han dejado, ¡¿Crees que es justo?!— Dices, cuando extiendes tus brazos para mostrarle el hombre contempla tu cuerpo lastimado y adolorido, que hace mucho tiempo que dejo de ser puro . —Uuh⁓ ¿Por qué no soy suficiente para ellos? ¿Que he hecho para merecer esto?

Lejos de apenarse por la desnudez que se mostró ante él, ONU trata de apaciguar el dolor de la fémina.

No podía acercarse a ella, así que solo se sentó en el suelo, a una distancia prudente en la que no luciera como un enemigo y la observo desahogarse de su melancolía.

「ꜱᴀᴠᴇ ᴍᴇ」[Countryhumans X Reader]Where stories live. Discover now