— Entrenador — habló él con voz agitada — Hermione Granger se desmayó — parece...

— ¡No!

— Aquellos que están enfermos, no deberían venir a clase — susurró el ojigris en el oído de la chica — ella debería descansar — habló en voz alta — ven, ven, ven — ambos fueron retrocediendo y ella estiró su mano tratando de pedir ayuda.

— ¿Qué significa esto? — preguntó Harry. Cedric y él intercambiaron miradas.

— Suéltame... ¡suéltame! — ella logró librarse de su agarre al estar retirados de la pista — anteriormente no dije nada de que estabas husmeando. ¿Por qué me trajiste aquí? Me voy — se dio la vuelta pero él la detuvo del brazo.

— Creo que era otra persona quien estaba mirando.

— Eso es solo un alegato. ¿Qué evidencia tienes? Soy una mujer, ¿cómo podría haber estado mirando a los hombres?

— ¡Eres tan terca!

Ella le dio un pequeño golpe en el hombro con su mano — no me importa. Estabas ojeándome. Tienes que disculparte.

— De todas formas, no puedes subirte al caballo.

— ¿Por qué? — se acercó a él, retándolo — ¿por qué no?

Él la analizó rápidamente — ¿Vistiendo eso?

— Tienes un buen sentido de la vista — se cruzó de brazos y se giró — el traje de hoy ha sido un gran éxito en Instagram.

— ¿Usando cadenas? — preguntó mientras sostuvo su collar — y perfume — ella sonrió — esto va en contra de las reglas. No podrás montar un caballo — él estaba a punto de irse, pero ella fue quien lo detuvo en esa ocasión.

— ¡Estás yendo en contra mía!

— Porque no quiero encargarme de un síndrome de princesa.

La chica comenzó a golpearlo repetidas veces — ¡tú eres el enfermo! No estoy enferma ¡no estoy enferma! — él la sostuvo del brazo para frenarla — Draco Malfoy ¡suéltame! — él acató la instrucción y la observó con seriedad — Incluso si tengo el síndrome de princesa, no tengo nada que hacer contigo — le gritó y él entreabrió los labios — no olvides que en el campus no tenemos ninguna relación. Tengo a Cedric Diggory, tengo a mi prometido. Detén tus pensamientos erróneos.

— ¿Quién tiene pensamientos erróneos?

— ¡Eres tú! ¡eres tú! ¡eres tú! — comenzó a golpearlo de nuevo — yo solo quiero usar perfume y quiero montar a caballo. No es de tu incumbencia.

Como no tenía otra alternativa, la abrazó para poder detenerla. Comenzó a sentirse agitado y con falta de oxígeno para respirar apropiadamente. Ella sintió su respiración y comenzó a sentirse preocupada.

Él sentía que estaba a punto de desmatarse y ambos cayeron al suelo, quedando el rubio encima de ella. Hermione estiró los labios, esperando a que él la besara, pero Draco Malfoy se hizo a un lado para tratar de controlarse. Se sostuvo el pecho y observó a la castaña, quien seguía con los labios estirados y los ojos cerrados.

El ojigris se acomodó en una posición seductora, recargando su cabeza en su mano y tocando su rodilla con su otra mano mientras seguía acostado de lado. Hermione volteó a verlo — ¿ahora quién tiene pensamientos erróneos? — se rió. Se incorporó y la dejó sola.

La chica de ojos chocolate cubrió su boca y después se dio un golpe en la cabeza con su puño cerrado. Cubrió su rostro con el quepis para ocultar su rostro sonrojado.

My Little Princess [Dramione]Where stories live. Discover now