Capitulo 32; Recuerdos Olvidados.

1.9K 189 7
                                    

************************************

- Cada vez que alguien de un rango mayor camine en frente de ustedes, deben hacer reverencia y nunca alzar la mirada, a menos que se los ordenen - Suspiré y mire aburrida a Nigar Kalfa quien nos estaba dando clases de etiqueta

- ¿Porque debemos trabajar? - Nigar la miró de mala forma

- ¿Acaso crees que están aquí de gratis?, Deben ganarse su paga - Todas hicieron una mueca - A menos que prefieras que te echen a tu suerte allá afuera -

- No, no, estoy bien - Nigar continúo con su clase, hasta que la dió por terminada - Ana...ese nombre es horrible - No se si debería sentirme ofendida, no tiene nada de horrible - Ya se...Leyla...ese será tu nombre - La mire confundida

- ¿Que significa? - Ella me sonrió

- Estudia y lo averiguas - Rodé los ojos ante la risa que soltó - Busca a Umay, ustedes se encargarán de los aposentos de la Sultana Hurrem - Suspiré y fui a buscarla, que no fue tan difícil estaba prácticamente en la entrada

- Nigar dice que vayamos a encargarnos de los aposentos de la Sultana Hurrem - Ella me miró horrorizada - ¿Que?, ¿Que sucede? -

- La Sultana Hurrem es una arpía - La mire sorprendida por haberlo dicho así - Si no le caes bien, te despacha al reino de Allah - Ahogué un grito

- Bueno...debes estar exagerando... - Ella tomo mi brazo y comenzamos a caminar

- Oh no, créeme, ella es mala - Llegamos a la puerta de sus aposentos - Si tenemos suerte tal vez no esté - Antes de que respondiera la puerta se abrió, de ella salieron unas criadas asustadas y de fondo se oía los gritos de la Sultana - Pues...si que tenemos mala suerte - La mire indignada

- No me había dado cuenta - Camine en la dirección contraria

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- No me había dado cuenta - Camine en la dirección contraria

- ¿Dónde vas? -

- No pienso servirle a una persona así, prefiero que me castiguen, suerte con eso -

- ¿Que?, ¡Espera, no me abandones! -

Camine hasta que ví a la señora Daye, ella me miró expectante

- ¿Nigar no las había mandado a los aposentos de la Sultana Hurrem? -

- Si, pero me rehusó a servirle a esa mujer - Su rostro cambio a uno impactado - Castiguenme si quieren, cualquier cosa es mejor que estar cerca de ella - Para mí sorpresa ella dió una carcajada

- Tienes agallas, bien, desde mañana tu y Umay se encargarán de los aposentos de la Madre Sultana - sonreí complacida - ¿Eso es suficiente para usted? - Me reí pero le seguí el juego

- La verdad es que preferiría no hacer nada, pero ya que estamos de buenas... -

- Ni lo pienses... - Me miró divertida

La Sultana que Enamoró perdidamente al Sultán (Sultán Suleyman) - [Finalizada]Where stories live. Discover now