Capitulo 30; Un Profundo Abismo.

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- El Príncipe Medmed envío una carta, dice que se ha divertido mucho en Amasya, desea quedarse más tiempo en la provincia junto a sus hermanos - Sonreí enternecida

- Respóndele, escribe que puede quedarse todo lo que quiera, pero que no tarde o Mihrimah sin duda irá a buscarlo - Sumbul y yo reímos

- Como ordene Sultana, ¿Algo más? - Asentí mientras me levantaba

- ¿Ya preparaste las habitaciones para la Sultana Şahıhuban y Esmehan? - Sumbul Asintió ante mi pregunta sonreí - ¿Cuando llegarán Hurrem e Ibrahim? -

- Mañana Sultana - Suspiré - ¿Sultana? - Lo mire - Tenga cuidado con la señorita Hurrem - Alce una de mis cejas en confusión - Estuve a sus servicios bastante tiempo como para saber cómo piensa y actúa, por favor tenga cuidado - Sonreí y me acerque a el

- Tranquilo, créeme que puedo suponer como es ella, pero tendré ojos en mi espalda - El sonrió pero volvio a fruncir su seño - ¿Sucede algo más? -

- Llegó un Eunuco hace unos momentos, informando que el esposo de la Sultana Hatice ha enfermado de gravedad - Lo mire incrédula, yo no conocía a la Sultana Hatice, solo sabía que se fue del palacio después de una fuerte pelea con la Madre Sultana y Suleyman

- ¿El Sultán lo sabe? - El negó, Suspiré, mientras sobaba mi frente - Bueno, yo se lo infórmare, mientras tanto ve a recibir a las Sultanas cuando lleguen y por cierto, ¿Donde está Mihrima? -

- Fue al pueblo para hablar con su posible prometido - Asentí - Allah mediante todo saldrá bien -

- Allah así lo quiera - Junte mis manos en preocupación, espero que nada salga mal - Voy a los aposentos de Suleyman, vigila a los niños - El sintió y sali en dirección a los aposentos del Sultán, Últimamente ha estado muy cansado, le recomendé que sería mejor que se tomará un descanso pero no ha querido escucharme, es demasiado terco

- Puede pasar Sultana - Agradecí y entre, juro que si lo encuentro trabajando voy a gritarle

- ...¿Suleyman?... - Pero para mí sorpresa no estaba en su habitual escritorio y menos en la cama - ¿Suleyman? - Camine un poco más, ¿Dónde está?, Los guardias no dijeron nada - ¡¿Suleyman?! - Mire a mi alrededor y decidí acercarme al balcón, siempre está en ese lugar cuando quiere pensar o simplemente relajarse - ¡Suleyman! - Grite y corrí hacia el que estaba desmayado en el suelo - ¡No puede ser, amor mío abre los ojos! - Mis manos estaban en su rostro, podía sentir como estaba sudando y jadeando, además de sentir como estaba caliente - ¡Allah, no mi Suleyman, por favor no me hagas esto! - Estaba temblando asustada - ¡¡AGAS!! - Grite a todo pulmón, escuché como entraron rápidamente y se acercaron, quienes se paralizaron al ver lo que sucedía - ¡Rápido, ayúdenme a llevarlo a la cama! - Entre los tres lo levantamos, aunque trate de no hacer mucha fuerza por mi embarazo, al final logramos acostarlo - ¡Vayan por los doctores, rápido! - Me quedé medio acostada junto a él llorando - Mi amor, aquí estoy, no voy a dejarte solo, todo va estar bien - Bese sus manos y su frente, no lo entiendo, el nunca se ha enfermado, aunque siempre hay una primera vez para todo, aun así...es algo tan extraño

es algo tan extraño

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La Sultana que Enamoró perdidamente al Sultán (Sultán Suleyman) - [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora