Capítulo 2

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Notas iniciales: El capítulo se extendió unas 500 palabras si no me equivoco. Nada relativamente importante. Se corrigieron los errores u horrores ortográficos como deseen llamarlo jajaja y se corrigieron de nuevo los errores de tercera persona en lugar de primera persona, si se me paso alguno, lo siento escribo sin beta. Mi beta soy yo y no confió en mí.

Harry

Me desperté en un lugar que no conocía. Mirando alrededor o al menos tanto como podía, sin usar mis lentes, las cosas se veían algo viejas y faltas de uso, una ligera capa de polvo cubría los muebles de la habitación.

Me senté despacio en la cama mientras seguía viendo todo lo que me rodeaba, me encontraba algo sorprendido de la falta de dolor. Mi camisa no estaba y alguien había transfigurado mi jeans en un pantalón de franela. En la mesita, al lado de la cama, habían varios frascos de pociones con un papelito, lo tomé y leí con dificultad, con la poca luz que me rodeaba, eran las indicaciones para cada una de las pociones. Me encontraba un poco desconfiado y temeroso de donde podría estar, aunque ciertamente si quisieran matarme no me darían pociones rebastecedoras de sangre y nutrición.

La puerta entreabierta se abrió por completo para revelar al murciélago de las mazmorras, el terror de Hogwarts, profesor Snape.

—Buenos días, Potter— dijo en un tono en el que no estaba acostumbrado a escuchar, era... casi amable y no se veía en absoluto como lo hacía durante el año escolar, atrás quedaron sus túnicas negras y pelo grasiento, su cabello oscuro estaba limpio atado en una media cola. Llevaba ropa muggle, un jeans oscuro con un suéter tejido de color negro.

— Se encuentra en mi casa Potter, no quiero que arruine el trabajo que hicimos Madam Pomfrey y yo, así que no se apresure y tómese las pociones en el orden indicado— dejo una pequeña pila de ropa al pie de la cama, señalo una puerta que no había notado.

—Puede darse un baño y cambiarse, luego del baño le pido que vaya al salón, usted y yo debemos de conversar sobre lo sucedido hace 2 días. Solo salga por la puerta y diríjase a la derecha, su baúl se encuentra junto al armario, lo devolví al tamaño original— dijo antes de salir por la puerta de la habitación.

Lo vi irse asombrando por su actitud tan atenta y amable, era como si hubiera caído en la dimensión desconocida, forcé la vista para leer lo que decía el papel sobre cada poción. Y me las tomé según lo indicado, luego me dirigí hacia el baño, al verme en el espejo lleno de sangre seca, con el cabello revuelto y pegado en ciertas partes por la sangre, me hizo sentirme eternamente agradecido que el profesor hubiera ido por mí. Sé que no nos llevábamos bien, él me creía molesto y arrogante, causando que yo odiara su actitud hacia mí, pero cuando realmente había importado, él había estado ahí para mí y me había salvado la vida.

Tome una ducha larga, la primera desde que había dejado la escuela lavando toda la suciedad de mi cuerpo y la sangre seca. Me encontré lavando varias veces el cabello, hasta que lo sentí lo suficientemente limpio, viendo como el agua que salía roja al principio se iba tornando rosada hasta que ya no saco más suciedad y empezó a salir limpia.

Saliendo del baño, me vestí con la ropa que me dejo Snape, asombrado de que se tomara la consideración de haber transfigurado algo de ropa a mi tamaño, el jeans y la simple camiseta blanca me quedaba mejor que cualquier cosa que pudiera haber heredado de Dudley. Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas, nadie se había preocupado tanto por mí y menos por como algo tan simple como que tuviera ropa de mi talla. Era algo que me había sido negado durante tanto tiempo que el que alguien se preocupara de esa manera me afectaba más de lo que esperaba.

No queriendo que el Profesor se arrepienta de la amabilidad que había tenido conmigo, me apresure a dirigirme al salón como me había indicado. Al llegar me sorprendí por como el hombre mayor se veía tranquilo tomando una taza de té, mientras leía el periódico sentado en el sofá. Era una imagen que no calzaba con el profesor que yo conocía y que aterrorizaba a todas las casas y personas de todos años por igual.

Una Serpiente con piel de LeónWhere stories live. Discover now