... 3 ...

336 106 4
                                    

Mew le regala flores

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mew le regala flores. Flores de preciosos colores aunque sus favoritos siempre son los tulipanes. Le regala flores todos los días para ponerlos dentro del florero en la mesa de centro, ahí donde antes había un jarrón grabado que ahora descansa en una repisa alta , junto a una fotografía que tomaron hace poco en la playa. Lentes oscuros y bloqueador en la nariz exageradamente colocado para hacer graciosa la foto.

Gulf aún recuerda ese día, el primer viernes que no se vieron en el hotel de siempre, a la hora de siempre y con el tiempo contado.

Mew llegó a recogerlo en su auto, con ropa informal y no el traje que usaba para pretender que estaba trabajando. Se veía tan tranquilo, tan en paz, con una sonrisa inevitable en los labios rosas que le sonrieron cuando lo abrazó por el cuello y le dijo quedito contra los suyos:

—Vámonos... lejos, tú y yo.

Viajaron toda la noche, durmieron en un motel de la carretera donde el cable dejó de funcionar esa noche por tormenta y Mew con la televisión en color azul de fondo le dijo contra el oído, suave y como una caricia:

—Al fin, somos solo nosotros dos.

Y Gulf recuerda que jamás ha llorado tanto en la vida, sujetado por su novio, quien le pidió perdón mil veces mientras le secaba las lágrimas. Nunca más, habría de llorar en sus brazos. Se acabaron los encuentros de una noche a la semana, las horas contadas en un reloj de arena que le iba robando grano a grano a Gulf un pedacito de esperanza.

Despertaron juntos, para desayunar y partir de nuevo en viaje hasta llegar a la playa. Nunca fue más feliz que cuando sujetó su mano entre la espuma que le acariciaba los pies, burbujeando como su corazón acompasado al del hombre que ama todos los días, de lunes a domingo. Sin horarios, sin secretos, sin miedo.

Se toman de las manos cuando desayunan, sobre la mesa, como si fuese tan natural entre ellos, como si llevaran años de matrimonio y no solo meses de vivir juntos y unos cuantos más de conocerse, de compartir reservación de hotel. Y se siente bien, porque hay flores todos los días en la mesa que le recuerdan —cuando el mayor vuelve del trabajo— que ha pensado en él.

—Son bellas... —le susurró una vez, entregándole un ramo de rosas—. Pero sigues siendo más hermoso tú.

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Medicina para el corazónWhere stories live. Discover now