22 | 𝓔𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸

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" Estamos en problemas. "

McKenna dejo de hacer lo que sea que estaba haciendo y se giro abruptamente para tener un panorama más amplio sobre su primo. Apreciando con los ojos bien abiertos su rubia cabellera revuelta y expresión nerviosa que dejaba en evidencia que no era una broma.

Realmente estaban en problemas.

" ¿Problemas? "

Sus ojos brillaron ante las mil quinientas posibilidades de problemas que podrían tener. De esas mil quinientas es bastante seguro que por lo menos mil cuatrocientas las atribuiria a esos errores de Heinrey que el tanto amaba nombrar como " cagadas ".

' Veamos... '

Se relamio los labios secos y con la pluma cargada de tinta empezó a golpear nervioso el pergamino; importando poco si este terminara arruinado.

" ¿Posibilidades de distorsionar el problema y usarlo a nuestro favor? "

Heinrey cruzo la habitación a paso firme, en otra situación posiblemente atribuiria su caminar como un intento de pavonear su desnudes, pero en esos momentos McKenna era más que conciente que el rubio estaba demasiado ansioso.

Tomo la ropa dejada en la cama y se la calzo rápidamente.

" ¿A nuestro favor? Imposible "

El contrario adopto una mueca de desesperación mientras se cubría el rostro. Viéndose capaz de sentir el aroma a tinta fresca de entre las puntas de sus dedos con facilidad.

" Por favor su alteza, dígame qué pasó "

" . . . "

" Su alteza "

' Ah '

Heinrey no quería poner más de los nervios al pobre hombre, pero sabía que estaban juntos en eso; y que por muy horrible que sea la situación McKenna siempre preferiría oírla antes de evadirla.

Tomo asiento frente a él, pensó cuidadosamente cada palabra que podría decir y finalmente exclamó.

" Lo tienen. "

" . . . "

Silencio absoluto.

McKenna nuevamente de sumergió en las miles de posibilidades ante él. Heinrey suspiro, no quería ni pensar que tan poca estima tenía el peli azul sobre él.

" El soldado de la princesa, el que tomamos como rehén "

El hombre pájaro frente a él se paró abruptamente, permitiendole al contrario respirar tranquilo al saber que finalmente estaban en la misma página.

" ¿Que?¿Cómo? Imposible, estaba muy malherido "

Tartamudeo, balbuceo varias veces las pocas posibilidades de que Nassim, el soldado que tomaron para averiguar los avances de la investigación que los comprometía sobre la pérdida de mana, haya escapado.

En todo caso; haya sobrevivido.

" ¡Dios! Le quebramos las piernas. "

Heinrey asintió. Había sido una escena bastante sangrienta y el príncipe era capaz de recordar con claridad el crujir de los huesos del soldado bajo el agarre de sus hombres.

" Piernas, costillas y muchas puñaladas para tenerlo quieto. Pero al parecer la resistencia de esos perros no debe ser subestimada. "

McKenna frunció el ceño disgustado.

" No debió serlo "

Nuevamente; Heinrey le consedio la razón con un breve asentimiento de cabeza.

" Pero lo fue, y ahora de encuentra resguardado bajo el ala de su ama. "

Serendipia: el caso de la princesa y la amante [ Rashta ]Where stories live. Discover now