it's a match! (vmin)

segundo tiempo

Someone told me stay away from things that aren't yours

But was he yours, if he wanted me so bad?

El nuevo restaurante de Jin emana un aire sofisticado y moderno con sus colores blancos y negros, mobiliario de madera oscura y pinturas abstractas, no se siente, sin embargo, como un lugar donde solo acudirán empresarios o personas millonarias de edad mayor, pues el objetivo de Jin era abrir un lugar para las nuevas generaciones, y es por eso que la música de moda en combinación con luces rosas y azules chocando con las paredes y los cristales generan una atmósfera divertida y cautivante, perfecta para la noche de viernes de todos sus invitados.

Taehyung y Jungkook llegan junto a otros tres de sus compañeros de equipo, no teniendo una pareja o cita para el evento como Jin había sugerido, saludan a su hyung, que el día de hoy está brillando con orgullo y plenitud, y aceptan la oferta que les hace de acercarse a la barra libre y a la mesa de bocadillos repleta de sus apetitosas creaciones, Namjoon no tarda en unirse minutos más tarde, y se apiada de Jin al verlo sufrir con la organización de todo, por lo que toma el liderazgo de la música mientras Jin se enfoca en ser un buen anfitrión, nadie menciona el motivo ulterior de su hyung de poder elegir ritmos que incluyen hip hop y rap para el resto de la noche.

La velada apunta a que todos terminarán al menos un poco ebrios y tal vez teniendo sexo con alguna persona desconocida (No en el baño de mi restaurante, había advertido Jin), por lo que antes de llegar a ese punto Taehyung prueba cada bocadillo que resulta interesante en las mesas, es mientras saborea una sofisticada versión de menbosha, que el mundo le recuerda lo pequeño que está siendo estos días, las coincidencias no son un pensamiento que circule la mente de Taehyung con frecuencia, pero dadas las últimas circunstancias y la pareja que se encuentra entrando al restaurante de Jin en ese momento comienza a creer que alguien está jugando con los hilos de su destino un poco demasiado.

Y es que Jimin y el chico mayor con el que le había visto hace 4 días mientras merodeaba la zona de artes de la universidad se encuentran en la entrada del restaurante, un cálido Jin saluda al chico mayor, ambos parecen conocerse demasiado bien si es que el abrazo que comparten y las palabras que intercambian tranquilamente significan algo, luego Jimin es presentado con Jin, Taehyung puede ver la sonrisa tímida del menor y su cerebro está tan perdido por él que incluso puede imaginar la melodía de su voz, su boca se siente seca de repente al notar la ligera camisa azul marino que está vistiendo, traslúcida contra su piel, cayendo con gracia sobre su figura, oh dios, oh no, la definida curva de su trasero serán la perdición de Taehyung.

—Estás babeando los bocadillos —dice Jungkook a su lado de improviso, siguiendo su línea de visión —, oh... —murmura su amigo con sorpresa.

Taehyung reacciona entonces y se escurre de aquel lugar al centro del evento para esconderse tras una columna.

—¿Qué haces? —ríe Jungkook siguiéndolo —, toda la semana estuviste buscando una forma de acercarte, ahí la tienes.

Lo cual es cierto, porque como si la vida se burlará de él, desde su encuentro con Jimin el miércoles, había estado cruzándose con el menor en múltiples ocasiones, sin embargo, Jimin lograba evadir que se encontraran de alguna u otra forma, así que Taehyung solo podía verlo alejarse sin la valentía suficiente de dar un paso y detener la evasiva del otro, mirar de lejos y que su mente se perdiera en la petiza figura, la sonrisa y ojos de luna, incluso había tenido un par de sueños con él, en uno, el cabello rosa de Jimin brillaba bajo un dorado sol mientras Taehyung se encontraba tendido sobre el césped, desde donde se daba cuenta que Jimin poseía un par de brillantes alas de hada con las cuales volaba alejándose de él antes de que pudiese tomar su mano, en otro, Taehyung se encontraba caminando sobre un mundo de nubes, el azul del cielo presente en todo lugar donde mirase, entonces escuchaba la voz de Jimin, la cual le llamaba mientras el chico reposaba en una nube, grandes extensiones de piel a la vista, mejillas sonrojadas y una peligrosa sonrisa, esa mañana había tenido que tomar una ducha fría apenas despertó.