Capitulo 23

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Pov Sofi

—No te das una idea de lo grandioso y maravilloso que es  todo sofi.

Por las chanclas de Moisés me esta hablando al oído y tengo que apretar las piernas para que no se de cuenta del estado que me dejaron sus palabras, su vos ronca al hablar.

—¿Que crees que haces? Estas invadiendo mi espacio.

—Quiero invadirte en muchas partes Sofi, tu espacio es una.

Me acaricia la cintura y se me eriza la piel de pies a cabeza, me late fuerte el corazón y se me entrecorta la respiración.

Comienza a besar mi cuello al ver que no lo detengo, esto es una locura, pero que bien se siente.

Me da la vuelta y agarrándome de la cintura me sienta en la isla de la cocina, se acomoda entre mis piernas y puedo sentir su herramienta rozar con mi entrada, que aunque tengamos ropa se siente todo. Uff que calor!

Me mira fijamente y siento que las barreras que construí se van resquebrajando poco a poco, es inevitable no amarlo, pero no diré nada hasta que no este segura de que en un futuro se arrepienta y decida que no es la familia que quiere y se marche, eso me destruiría por completo.

Pareciera que lee en mis ojos lo que atormenta mi mente.

—Sofi no me voy a ir nunca, te amo, los amo y no me imagino la vida sin ustedes, se convirtieron esos pequeños traviesos en mi razón de existir.

—¿Como se que no te vas a arrepentir y pensar que no somos la familia que querés y nos abandones? No solo me destruirias a mi sino, que seria de ellos si te vas?

Miro para otro lado, estoy muy nerviosa con el tan cerca mio después de cuatro años.

—Mirame a los ojos, Ahi  estas equivocada Lechuzita, esta es justo la familia que siempre soñé formar con voz.

No me deja hablar por que invade mi boca con un beso tan cariñoso como erótico, comienza a pasar la lengua por el contorno de mis labios y cuando se me escapa un gemido bajo aprovecha y mete su lengua para jugar con la mía.

Mientras debora mi boca con sus manos va acariciando toda la piel que puede a su paso, y yo… yo obviamente no me quedo atras, meto las manos por la remera y voy acariciando este cuerpo tallado por los dioses.

Agarro el paquete grueso y larga un gemido tan ronco que me hace estragos las hormonas.

Pronto la burbuja de calentura se explota al sentir a nuestros hijos llamarnos.

—Mamu, papi vanos a normil, que pasho mami no polias respirar?

Aguantando la risa, me bajo de la mesada y miro a Dan que tiene las mejillas rosadas y los labios hinchados por los besos.

—No paso nada mi amor, papi me estaba sacando una pelusa del ojo.

Dan se ríe bajito lo agarro del brazo y lo arrastro escaleras arriba a la habitación de nuestros hijos a hacer la dichosa pijamada.

—Vamos a la cama pequeños traviesos.

Tendré que tener cuidado con este hombre cerca mio por que ya me di cuenta que quedo atontada con su cercanía.

—Acuestense bebes, mama se va a cambiar al baño.

Salgo de la habitación con mi pijama y me dirijo al baño a cambiarme.

Me di una ducha rápida y ya cambiada regreso a la habitación Encontrándome una imagen digna de fotografía.

Dan esta acostado en el gran colchón que pusimos en el piso y los niños están acostados uno a cada lado de el, observándolo fascinados como les lee un cuento.

Noble Corazón ✔Where stories live. Discover now