Cuando te conocí || Lando Norris #1 ✓

(38) todo por ellas

01 de septiembre, 2019, 07:25am.

Spa, Bélgica.

Sentía la alarma sonar por toda mi habitación, pero unos fuertes brazos, los cuales han dormido junto a mi desde la primera noche en Bélgica, me detenían a apagar ese molesto sonido.

—Lando, necesito... apagar la alarma —susurre.

El no me escucho, solo rodeo mi cintura con firmeza y logro que mi espalda se apegue a su abdomen descubierto.

Ojo, no hemos hecho nada, ni un solo beso, solo que... A el no le gusta dormir solo -por lo que me dijo-.

Intento estirar mi brazo y alcanzar mi celular, a lo que lo logro con dificultad. Apago ese molesto ruido y suspiro cansada.

¿Por que puse la alarma tan temprano? Si teníamos que ir al paddock a las 10am.

—Lando... necesito levantarme.

—No —respondió, logrando que mi piel se erice cuando su aliento choca con mi nuca.

—Por favor. Las chicas me están esperando para desayunar.

Siento como suspira cuando segundos después, suelta mi cintura, logrando que pueda levantarme de la cama.

—¿Puedo ir contigo? —pregunta mientras se removía en su lugar, logrando que su abdomen descubierto quede a la vista.

—Eh... —dije apartando la vista de su esculpido cuerpo—, no.

—¿No? ¿Por que no?

—Las chicas dijeron que ustedes no podían ir.

—¡¿En serio?! —se quejo—, seguro fue idea de Aysha.

—Lo fue —reí.

Después de ver la mala cara que puso Lando, me dirijo al baño, donde rápidamente me doy una ducha para despertarme.

Cuando termino de cepillar mis dientes y colocarme algo de maquillaje, así no parezco un zombie viviente, salgo del baño con la bata puesta y me encuentro a Lando, el cual se estaba colocando una playera de McLaren.

—Desayunare con los chicos —explica mientras termina de ponerse las zapatillas—, ¿ustedes donde irán?

—Seguramente al restaurante que esta a unas calles de aquí.

Respondí, buscando una ropa adecuada para todo el día en mi valija, la cual ya estaba un poco desordenada.

El asintió antes de adentrarse al baño a lo que aprovecho a cambiarme rápidamente.

Me coloco un leggins tiro alto color marrón liso el cual combinaba con la blusa que me llegaba a pocos metros abajo de mis pechos, después, una camisa gruesa a acuadrille de tonos oscuros, unas botas blancas y un par de accesorios.

Cuando estoy lista, le aviso a Lando a través de la puerta de que ya me iba, recibiendo un "bueno" como respuesta. Les aviso por el grupo a las chicas de que ya estaba bajando, por lo cual, ellas también.

Estando en la primera planta, me encuentro con Emily y Dylan riendo de algo que figuraba en el celular del español, hasta que me ven, donde sonríen alegremente.

—¿Cómo estas, corazón? —pregunta Dylan.

—Bien, ¿ustedes?

—Genial —respondieron a la vez.

Antes de poder seguir con la conversación, escucho el saludo de mis dos amigas faltantes.

—¿Vamos en el coche? —pregunta Selene.