Enseñandole a ser Ross. {Editando}

33 - ¿Donde estoy?

Lo primero que percibí fue el silencio. Un silencio agobiante, que llenaba el espacio como un cubo de hielo. No podía abrir los ojos por alguna extraña razón, ¿Que sucedió?.

Ross... Estaba en la casa de Ross, era tarde, y...

Duele, me duele la cien derecha, ¿Que demonios tienen con golpearme en la cabeza?

Eso hicieron, me golpearon. Agh...

Hice otro esfuerzo por abrir los ojos, pero parecia que no podía moverme en lo más mínimo. Trague saliva, tenia la boca seca. Al menos sentía bien todo dentro de mi.

Comencé a mover los labios, acostumbrándome a esa rara sensación de estar quieto. Luego hice gestos, genial, todo bien por aquí. Moví los dedos, pero solo entonces me percate de las cuerdas. ¿Donde estoy?.

Hice un intento por mover los pies, también atados.

Aún seguía sin poder abrir los ojos, cuando sentí una pesada respiración junto a mi.

- Hum. - Fue lo único que salio de mi boca cuando intente hablar. - Hm-hm. - Me aclare la garganta. - ¿Ho-ola? - la respiración se volvió más fuerte, y esa cosase movió junto a mi.

- No, mamá, no quiero ir al ensayo. 50 minutos más...

Trague saliva más fuerte, era él, el idiota.

Claro, estábamos atados, algo me cubría los ojos, y él obeso e idiota de mi mejor amigo solo podía pensar en no levantarse...

Bueno, en parte lo entiendo, yo tampoco quiero levantarme para ensayar.. Esperen, ¿Yo ensayo algo? ¿Qué demonios estoy diciendo? Ugh.

- ¿R-Ross? - El chico hizo un ruido parecido al bufido de una vaca. - Levantate holgazán, ¿Vez algo?.

- Shh...

- No me shushees.

- Dejame escuchar el silencio.

- ¡¡Shor!!

- ¿Hmm? ¿Quien eres? ¿Que paso? ¿Quien es Shor?

Palabra con "M", muchas palabras con "M".

- Soy Luz, y no grites. ¿Vez algo?. - Intente levantarme del suelo, y apoyando mi espalda en alguna superficial desconocida logre pararme, pero solo volví a caerme.

- ¿Estas bien? No veo nada, ¡¡No veo nada!!

- ¡Que no grites, inútil!.

- Okey,okey, caalmate...

- ¿Como palabras con "M" quieres que me calme si estoy atada, tirada, y no puedo abrir los ojos? Me duele la cabe..

Una puerta se abrió, y alguien camino hacia donde supuse que yo estaba.

- Oh, al fin despiertan. - Era la voz de un hombre, y yo la conocía. - Solo, no se muevan. Llamare al jefe.

Pasaron cinco minutos de puro silencio cuando la puerta volvió a abrirse. El sonido era chirriante, como si a esa puerta no le hecharan aceite desde siglos atrás.

Me tense, lo más que podía con las cuerdas que me ataban.

- ¿Qué? No, ¡No me toquen! - Escuche mascullar a Ross.

- No,No! ¡Dejenlo! - Alguien me tomo por ambos brazos, manteniendome inmóvil.

- ¡No! ¡No!

Escuche golpes, los quejidos de Ross, y la puerta volvió a abrirse. Y más pasos, y otra vez el silencio.

Sentía como alguien más se movía en la habitación, pero no sabría descifrar quien.