20. Hablar

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-¡Hola Lisbeth!- le dijo Yisus.

Él se veía notoriamente limpio, Pavel había recortado otro poco su barba, vestía con un suéter café (que era de George), unos shorts negros y sus zapatillas.

Además, le habían curado la pierna, por lo cual tenía una venda nueva y otra mucho más pequeña para su mano raspada.

En cuanto Lisbeth lo vio, con ayuda del apoya pies de su silla tomó impulso hacia adelante y pudo apoyar su cuerpo arriba del mesón.

Esto le permitió tomar a Yisus y abrazarlo completamente.

Christus se quedó quieto donde mismo, pero sí que aprovechó de abrazar a Lisi (seguro que no), ella olía muy bien, entre una mescla de su perfume exótico de limón, su jabón natural y su shampoo.

-¿Dónde te habías metido tarado?- le preguntó ella, Yisus sonrió y escondió su cabeza sobre su hombro intentando ocultar su evidente rubor en las mejillas.

-Es una larga historia-

Lis: -Pues, ¡Tendrás que contarme todo!-

Supongo que hubieran seguido abrazados otro tiempo más, pero una tercera voz se hizo presente.

-Señorita Larsson, ¿Se puede saber qué hace?-

Lisbeth cerró los ojos antes de soltar a Yisus y luego en un solo movimiento bajó del mesón.

Lis: -Discúlpeme jefa... es que estaba saludando a un amigo-

-Me di cuenta, ¡Pero estás en el trabajo!- Tara se veía notoriamente molesta, tenía sus manos en sus caderas y el ceño fruncido.

-Lo siento, no volverá a pasar-

Tara: -Claro que no o te despediré. ¡Hay gente esperando a ser atendidos!-

Y había solo dos pejelagartos detrás de Yisus.

Yisus: -Hola, jefa de Lisbeth... ¡Por favor, no se enfade con ella!, es que siento que no la veía hace mucho-

Tara se sintió algo incómoda, este tipo le estaba hablando directamente.

Además, Yisus era extraño, como demasiado sereno y proyectaba una vibra muy "mística", además de que lo encontraba atractivo... según ella sí, ese cabello suelto y desordenado.

La química que tenía con Lisi, ese abrazo que vio por la cámara, no haberse visto, no sé, algo le hizo pensar que tal vez era un ex novio de Lisbeth.

Tara: -Sí, de acuerdo... ¡Pero que no se vuelva a repetir!- titubeó en si irse o no y mejor dio media vuelta apretando los dientes y sus manos.

Este siguió mirándola mientras se iba, escaneándola, pero por más que trató; no pudo hacerlo.

Esto también se le hizo muy extraño, porque (excluyendo a sus amigos), podía leer la mente de todos los demás:

-Ella quiere agua.
-Él quiere dinero.
-Él tiene hambre.
-Ella se siente bien consigo misma.
-Ese anciano quiere una novia más joven.
-Esa tipa quiere robarse un peluche de esa máquina.
-El chico que prepara hamburguesa quiere comerse una.
-La chica que lava la loza quiere dormir.

Y así sucesivamente.

Pero con la jefa de Lisbeth, nada, no puede leerle la mente.

Entonces recordó que su padre ya la había mencionado. Tara, ¿Verdad?, ¿Qué tenía que ver ella con esto?.

¿Por qué no podía saberlo?, ¿Acaso está perdiendo sus "super poderes"?.

-¡Llegamos!- gritó Pavel que apareció de pronto -sorry la tardanza, es que odio orinar en público-

Yisus Craist is Back (Reescribiendo)Where stories live. Discover now