13. Dios bohemio

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Yisus... por supuesto que era él, su cabello estaba más corto y caía con estilo hasta sus hombros en diferentes capas.

Ya no estaban esos mechones quemados por el sol o ese pelo seco y maltratado. Ahora quitando todo eso, su cabello se veía hasta de un tono más oscuro y sano y por alguna razón sentía que se había quitado un gran peso de encima.

También, Pavel le había reducido su gigantesca y desmarañada barba, en una mucho más pegada al mentón que le hacía ver refinado y hasta... ¡Atractivo!.

No, ¡Yisus jamás en la vida se había sentido atractivo!, jamás había pensado en esto como una de sus cualidades.

Se quedó viendo su reflejo mientras apoyaba sus manos en el lavabo.

Se miraba mientras pensaba, es más, Yisus nunca había pensado en mismo.
Ahora que lo pensaba bien, nunca había reconocido el verdadero amor propio en sí mismo, nunca se había querido o reconocido como individuo.

Desafortunadamente su retrospección fue interrumpida por el zumbido de algo.

Salió del baño y asomó su cabeza por el marco de la habitación de Pavel. Allí estaba él, palpando con una mano la mesita al lado de su cama, Lisbeth dormía del otro lado.

Tomó su teléfono y contestó la llamada.

Estaba medio dormido y medio ebrio, pero de pronto todo esto se le quitó rápidamente cuando entendió el motivo de la llamada de su madre.

De un salto estaba sentado en su cama.

-¡¿Dónde estás?!, ¡Estamos preparando todo!- le escuchó decir Yisus a la mujer.

Pavel: -Ya vamos... ¡Ya vamos en camino!- se puso de pie -estamos esperando a que llegue Lisbeth-

Fue hacia donde ella estaba y la sacudió rápidamente -Déjame en paz- le dijo ella con voz ronca.

Pavel: -Si, ¡Ya vamos mamá!-

Y entonces cortó y arrojó su teléfono por ahí.

Pavel: -¡Diablos, Yisus!... no te había reconocido, te ves muy bien... ¡Lisi levántate ya, debemos irnos!-

Yisus se sentía feliz, ese día había conocido lo que era la autoestima.

Lisbeth lanzó un gruñido -¿Bromeas?... yo no iré a ninguna parte-

Pavel: -¡Levántate, no tengo tiempo para esto!... Lisi habrá comida-

-Está bien, iré- dijo Lisbeth.

Pavel buscaba entre su ropa algo negro y luego saltó hacia el pasillo encontrándose con la montaña de dinero en la tina.

Pavel: -¡Ay!, ¡Carajo!... olvidé que eso estaba allí, ¡Yisus ayúdame debo tomar una ducha!...-

Yisus no entendió la última parte ya que Pavel fue hasta la cocina y tomó una bolsa de basura.

-¿Qué haces?- le preguntó cuando lo vio volver con esta.

Pavel: -Necesito bañarme... y necesito la tina- comenzó a meter el dinero dentro de la bolsa.

Yisus se quedó de pie observándolo, Lisbeth ya se había levantado y buscaba sus zapatillas.

-Por favor, Rex, ayúdame con esto, ¡Necesito usar la tina!-

Finalmente, Yisus despertó de su trance de "soy bonito y no me lo creo", usó ambas manos para propinar su "magia", haciendo que todos los billetes flotaran hacia el techo del baño y luego hizo una especie de esfera juntándolos todos.

Yisus Craist is Back (Reescribiendo)Where stories live. Discover now