Stay with me [Taekook]

Capitulo 2

En el momento en que sus pies cruzaron la puerta, fue consciente de que parecía que estaban todos ya en sus respectivos puestos y el profesor hablando hacia sus alumnos. Cuándo el se quedó parado en la entrada esperando, reinó el silencio y se intimidó gracias a la cantidad de ojos mirándolo directamente.

Cuándo el profesor notó su presencia, no tardó en acercarse a él y estrechar sus manos.

—¿Eres el nuevo?— le susurró tratando de que nadie más escuchara pero entre tanto silencio, era obvio que todos lo hicieron. Cuándo el asintió levemente, el profesor se volteó a sus alumnos.

—Buenos chicos, les presento a su nuevo compañero Kim Taehyung. Un gusto Kim, soy profesor de Biología y me llamo Kang; Soy su profesor jefe de igual manera.

—Un gusto profesor, un gusto compañeros. Por favor, cuiden de mi.— hizo una pequeña reverencia.

El profesor parecía estar observando minuciosamente al curso, buscando algún puesto vacío y que en ves de perjudicarlo, lo ayudará a agarrar el ritmo.

— Toma asiento acá muchacho, Park quizás no sea de mucha ayuda pero atrás de él está Yoongi y él puede ayudar en que tomes el ritmo.

Caminó en silencio hasta su asiento, sintiéndose aún más intimidado que hace un rato, el curso parecía ser amigable y eso hacía que todo fuese aún mejor.

Cuándo se sentó, el chico a su lado le estaba sonriendo de una manera que sus ojos parecían no pertenecer a su rostro porque no se veían.

—Hola chico nuevo, soy Park Jimin. —el calmó su sonrisa hasta que sus ojos fuesen visibles.

—El chico de atrás es Min Yoongi, no lo molestes cuando duerma porque es peor que un gato enojado. — lo último susurró pensando que nadie más lo escucharía, pero un golpe en su cabeza le hizo entender a Kim que no había sido solamente él quien escuchó.

—Un gusto, no le creas mucho a este pequeño idiota.

—Bueno, ellos dos son mis amigos. Ambos son algo idiota pero es muy fácil quererlos. De un día a otro se meten en tu piel y en tu vida.

Un castaño se había acercado a ellos, su sonrisa deslumbraba aún más que su cabello. El chico con el que había chocado y había sido lo suficiente amable para traerlo hasta su salón.

—¿Ya se conocen? — el rubio habló, dejando su lápiz sobre la mesa y pareciendo interesado en las miradas que ambos se estaban dando.

—Eh… sí, he chocado con él por accidente.

—Si que eres idiota Min, acaso no viste que llegaron juntos?

El chico a su lado habló después de un rato, pero la voz del profesor pidiéndoles que guardaran silencio hizo que ninguno se terminara insultando.

La campana sonó, terminando su primera clase en su nueva escuela de su nueva ciudad. Las primeras horas no habían sido complejas, notó que muchos chicos murmuraban entre ellos pero en ningún momento sintió algún ataque a él.

—Hey Tae, deberíamos conocernos más. — Jimin le habló, ofreciéndole una galleta que había traído a la escuela para no tener hambre.

—Jimin-ah, vas a asustar al chico. —la voz de Yoongi se escuchó a sus espaldas y aquello hizo que se diera vuelta en su silla.

—Tu lo vas a asustar, si de lo blanco que eres pareces un fantasma!

Un nuevo chico se les había acercado, trayendo con él una silla de otra mesa y colocándose a su lado. Después de su comentario, todos (menos él y él nombrado) lanzaron una carcajada bastante escandalosa.

—Soy Hoseok. — Parecía ser quien más espíritu alegre tenía de los que conocía hasta el momento.

—Hola, soy Seokjin. —un chico más se acercó pero tomando asiento a su lado, era demasiado guapo para ser real. —Pero dime Jin, soy quien suele cuidar de estos idiotas.

Lo último fue un susurro en su oído que provocó que se pusiera nervioso por la cercanía a la cuál no estaba acostumbrado, pero cuándo trató de fijar su mirada en otra parte se encontró con alguien mirándolo de pie junto a ellos.

—Namjoon.

Primer chico que lo miraba mal en el día, más tarde de lo que creyó. Llegó a preguntarse que tenía de mal hasta que el rubio le susurró en el oído unas palabras que le hicieron entender todo y rápidamente.

—a él le gusta Jin, será mala onda hasta que se acostumbre a ti o se de cuenta de que no quieres nada con él.—

El tiempo parecía ir demasiado rápido con ellos, y se llegó a preguntar cuanto duraban los recesos en aquella escuela.

—Hoy hay reunión de profesores, por eso no han comenzado las clases aún.—

Jin le sonrió después de decir eso, acercando su mano a la frente del individuo para ordenar su cabello. Namjoon gruño y él silencio incómodo reinó en los siete chicos.

—¿Y de dónde vienes Kim? — Jimin preguntó.

—Busan.

—Jungkook también!! — el grito que pegó Hoseok hizo que las chicas de él otro lado del salón los miraran raro. —¿Qué? ¿Acaso les debo dinero?

—¿De verdad? — ahora me dirigía al chico que parecía haberse puesto después de haber sido muy amable en la mañana.

—Sí, pero llevo viviendo más de 10 años en Seúl.

—aah, quizás por eso no te conozco.

Taehyung lanzó una pequeña carcajada, mirando todavía al castaño que solamente había mantenido una expresión sin signos de felicidad y él sintió algo extraño, sus mejillas se tiñeron de un rojo algo leve pero sospechaba que se podían percatar de que algo andaba mal.

El día tomó un ritmo normal, las clases pasaron y a él no le costó tanto agarrarle el ritmo. En el momento que el timbre sonó dando a entender que la hora de ir a comer había llegado, fue arrastrado por los pasillos por Yoongi que sonreía mientras le hablaba de la comida pésima que daban en este lugar y que era mejor que el trajera de su casa si es que podía.

Al entrar a la cafetería buscó a su hermana pero no la localizó por ninguna parte, suspirando y siguiendo a Min hasta las mesas más lejanas al comienzo de la cafetería.

El almuerzo iba bien, su madre había decidido mandarle Jajangmyeon. Sus nuevos amigos le estaban haciendo una muy buena impresión del lugar hasta que Jin habló dirigiéndose a él.

—¿Qué te trae por acá Tae? — cerca de su labio tenía restos de comida, el cuál fue Namjoon el encargado de limpiar con una leve sonrisa que hasta el momento sólo le había dedicado al chico lindo.

—Es una historia bastante larga, y sé que sería desubicado contar todo tan rápidamente porque los conozco solamente desde hace unas horas. Pero tomaré esta ocasión para desahogarme.

Respiró apretando sus manos juntas, entregando una sonrisa leve.

—Hace dos años me gustaba una chica, jamás creí que me iba a dar atención. Ya saben, era demasiado linda y parecía tener a muchos chicos detrás de ella; La verdad es que jamás pude llevarme bien con los de esa escuela, por ese motivo tenía pocos amigos que no lo eran realmente; Ella simplemente jugó con mis sentimientos, le había contado cosas demasiado íntimas y de un día para otro la encontré besándose con otro en medio de la clase y todas nuestras conversaciones pegadas en cada pared. Traté de ser fuerte, pero ese mismo día recibí la peor paliza de mi vida.

Mis padres no me apoyaban, me trataban de idiota y mucho más hasta que intenté hacer cosas más idiotas y tomaron la decisión de venir hasta acá.

—Acá no estarás sólo, nos tendrás a nosotros siempre.

Jimin sonrió y todos se envolvieron en un cálido abrazo. Un abrazo que significó demasiado para el chico nuevo.

Quizás la vida le tenía preparado algo bueno después de tanto sufrimiento...