Amor y Dolor (2008)

Cuidados Intensivos (1)

Maggie se hallaba leyendo unas anotaciones en su libreta mientras estaba apoyada en su casillero, solo repasaba rápidamente para la siguiente clase, aun le quedaba una para salir de ese martirio llamado escuela, y de igual forma, Lincoln estaba también en clases. Mientras leía sus apuntes, intentaba memorizar lo que había escrito en clases pasadas, pero le era imposible, el sueño del día anterior, y la revelación de su "hermanastra" se movía por su mente, como si fuera un gusano moviéndose en la tierra mojada por la lluvia. Finalmente se rinde y abre su casillero, saca su teléfono y audífonos y se pone a escuchar música, luego de cerrar, decide caminar un poco por ahí mientras se hacia la hora de entrar a clases. Pero, mientras iba de camino, se fija de algo en la entrada de la oficina del director, ella decide actuar un poco y finge estar leyendo algo en la cartelera de anuncios, y sin levantar sospechas, le pone pausa a la música.

En la entrada al área de la dirección, el director estaba hablando con un hombre de cabello canoso, a vista se podría decir que tiene unos 50-60 años. Vestía un traje muy elegante de color beige con corbata y camisa negra. En su cabellera canosa con vestigios de castaño, lucia unos lentes de sol que tenían un estilo particular, le recordaban a esos lentes de sol que usaban las estrellas en los 70's. Ella ve de reojo que el hombre está hablando con el director, el de ofrecer un apretón de manos, y le dice algo que seguramente fue malo, ya que la autoridad escolar cambio su expresión de neutral a asustado. Y ese hombre se va tranquilamente con un paso muy seguro de sí, mientras el director entra con algo de lentitud a las oficinas.

Maggie decidió seguirle un poco, al principio no lo reconoció, pero luego de ver su cara en un reflejo de una ventana, se dio cuenta que era el padre de Sadie. Ella vio que el hombre baja las escaleras y deja caer algo de su bolsillo. Por un momento la gótica pensó que él iba a regresar a recogerlo, pero no fue así, y aprovechando que no había nadie se acercó y tomo eso que se le había caído. Era una libreta de bolsillo, era de cuero de color marrón oscuro. No pensó que era muy importante, sin embargo pensó que quizás ahí había algún secreto de Sadie que ella pudiera usar para humillarla cuando se volviera a meter con ella, así que la guarda en su mochila y va rápidamente a su salón para revisarla. Por suerte, no había nadie allí.

Ella se ubica en un pupitre y coloca su bolso como una pared para ocultar la libreta, y procede a leerla. Jamás pensó que lo que encontraría allí, lo cambiaria todo. Encontró cosas interesantes allí, sí. Pero no de la índole que pensaba ella.

Encontró en la libreta muchas anotaciones sobre movimientos de dinero, todo bien documentado y contabilizado, pero le llamo la atención la parte que eran las donaciones a la escuela, al verlas se dio cuenta que había algo muy raro allí. Digo, se supone que una donación normal, por muy generosa serían unos mil, dos mil dólares, quizás cinco mil, si se pasaba de generoso, pero, ¿qué clase de alma caritativa tenía que ser para donar cerca de doscientos mil dólares mensuales? Y aun así, suponiendo que ese hombre donaba esa cantidad absurda, ¿Por qué no se veía nada de ese dinero reflejado en la escuela? Digo, si los laboratorios tienen los muros resquebrajados aun, y el baño de mujeres aún se inunda en temporada de lluvias, entonces quiere decir que ese dinero se está desviando hacia otro lado, eso o son muy tacaños para usarlo.

Al fijarse mejor se dio cuenta que la cuenta a la que lo depositaba no era a la de la escuela, si no a la del director, lo que pasa es que el hacia ver que lo había donado a la escuela.

Maggie enseguida guardo la libreta, asegurándose de dejarla bien escondida en su mochila, realmente no estaba segura, pero esos números realmente olían muy mal, demasiado mal.

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Lincoln se hallaba en el aula de clases, hace no mucho había finalizado la hora, la mayoría de sus compañeros estaban saliendo del salón, y mientras el albino guardaba sus cosas el moreno se acerca a él para hablarle.