Ahora es mi turno

Capitulo 11

(Lan Xichen)

Se acabó.

Había perdido para siempre a su omega. A su dulce A-yao. Hace una semana, en el último día de la conferencia de discusión en el clan Jin. Nie Minjue. La persona que le creía que era si mejor amigo, le había pedido al líder del clan Jin, Jin Guashan, enfrente de los demás líderes de las sectas, la mano de su dulce omega. Y el líder del Clan Jin había aceptado.

Maldito sea.

En cuanto puso un pie en la secta Gusu Lan, había decidido ponerse en reclusión por un par de días. Necesitaba pensar en un plan para evitar que su A-yao se casara con Nie Minjue, para evitar que crearan el vínculo entre un alfa y un omega, para evitar que Minjue reclamara a su omega.

Estaba dando vueltas en su habitación, como un animal enjaulado.

Estaba a punto de perder los estribos y mandar por la borda todos los preceptos y las reglas sagradas que rigen a la secta Lan.

Su Alfa se sentía inquieto desde que habían llegado a la secta, pero en estos momentos no tenía cabeza para discutir con su Alfa interno, si no hubiera sido por la estupidez que hizo antes, él hubiera podido pedir la mano de su dulce A-yao.

Él es quien debería estar comprometido ahora con el dulce omega Jin. No Minjue.

Él es quien debería haber recibido las felicitaciones y los buenos deseos al lado de A-yao.

Él es a quien el omega debería de ver con amor y felicidad.

Si tan solo no estuviera comprometido con el Omega Jiang.

Si tan solo su Alfa interno y su tío no lo hubieran metido en esta situación.

Pateo la mesa, demarrando todo lo que estaba sobre ella.

Rompió las sabanas de su cama. El biombo. Todo.

Necesitaba sacar su frustración de alguna manera.

Tomo su espada y empezó a cortar y romper rodo lo que tenía enfrente.

Grito. Lloro. Se sentía tan impotente.

Si tan solo esa noche no se hubiera acostado con el omega Jiang. Entonces su Alfa no se hubiera encaprichado con él.

Si tan solo esa noche el omega Jiang no se hubiera acercado a él, entonces toda esta situación no estuviera pasando. Entonces él podría estar con su omega.

Un destello de odio se instaló en el corazón de Lan Xichen.

Todo es culpa de ese omega.

Lo ha separado de la persona que ama.

Entonces una idea se instaló en su cabeza.

¿Y si el omega Jiang desapareciera?, ¿No se acabarían todos sus problemas?, ¿Si el desaparecía, no podría el luchar por estar con la persona que ama?

Su Alfa interno Gruño.

No te atrevas o hare que te arrepientas.

Lan Xichen frunció el ceño. Pero cuento estaba a punto de responderle a su lado animal, escucho un suave golpe en la puerta.

¿Hermano Xichen?

Se levantó de un salto y abrió la puesta de su habitación con rapidez.

Ahí se encontraba su pequeño omega. Su dulce omega.

Su tierno A-yao había venido a buscarlo. Había venido por él.

¿Puedo pasar, Hermano Xichen?

— Adelante A-yao, pasa — Dijo Lan Xichen, haciéndose a un lado para darle paso al omega de amarillo.