One-shots y Escarios ( characters x Reader)

riddler x male reader

Edward y tú habíais sentido el mismo odio por Gotham y su élite toda vuestra vida, especialmente después de que la ciudad os abandonara.

- Cuando Edward planteó la idea del Riddler, inmediatamente se involucraron y los dos se pusieron a trabajar.

- Su dúo fue aterradoramente efectivo, cuando uno se quedaba en casa y trabajaba, el otro estaba en la ciudad recolectando información.

- Haces creer a tus seguidores que solo había uno como tú, y Edward se convierte en el que está frente a la cámara la mayor parte del tiempo.

- Después del asesinato del alcalde, ambos están llenos de adrenalina y corren a casa, donde duplican su trabajo, envían cosas a sus seguidores y desarrollan su próximo plan con una emoción que nunca antes habían sentido.

- Cuando Edward descubrió que Batman estaba en el caso, ambos estaban emocionados, se abrazaron y saltaron de alegría. Una de tus mayores inspiraciones estuvo ahí. Todo iba según lo planeado.

- Nadie sospecha que sois dos, no cuando ambos os conocéis por dentro y por fuera y podéis igualar todas las peculiaridades del otro.

- Cuando atrapan a Edward, sientes que tu mundo se hace añicos y quieres irrumpir en la ciudad y matar a todos, pero sabes que no puedes. Creen que han atrapado al Acertijo y tú tienes que hacer tu parte.

- Pones el plan en marcha, y cuando toda la ciudad se está inundando y los seguidores de Riddler están representando tu plan, te escabulles en Arkham.

- Con la distracción, puedes sacar tu otra mitad y te refugias en un lugar donde nadie puede encontrarte.

- Edward no lo está haciendo bien, y por extensión tú tampoco lo estás haciendo bien.

- Estás lleno de una ira incontrolable hacia la ciudad, hacia las personas que viven en ella y, sobre todo, hacia Batman.

- Habíais pensado que erais aliados, pero por lo que os dice Ed, no lo erais.

- Los planes de venganza ya están llenando tu cabeza mientras acercas a Edward, acurrucándote cerca de él como si fuera a desaparecer si lo sueltas.

- Él tararea a cambio y se entierra en tu pecho, abrazándote con tanta fuerza como la idea de separarse de ti hace que le duela todo el cuerpo