𝗂𝗂. ❛ 𝖬𝖤𝖫𝖤𝖪🌷❜

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MELEK 🌷


















── ¡Vamos, a los baños! ── Exclamó una mujer con un rato sombrero en la cabeza. ¿Dónde estábamos? ¿En el palacio de Topkapı? Sentí un empujón en la espalda.

── Auch, que ya escuché ── Respondí, le dije a la mujer, me miró con una cara odiosa y cerró la puerta de los baños.

Katrina se quitó la bata en el piso mojado, ví las estelas de barro salir del vestido. Una toalla fue envuelta en mi brazo ── ¿Que es esto?

── Es una toalla, para que te bañes, quítate la bata, la quemaré ── Me quite la bata un poco incómoda la verdad.

Camine hacía el agua, me daban ganas de agarrarla toda y tirarmela encima, pero no. Tome una de las regaderas y la tire por encima de mi cabeza, sentí como el agua fría escurría por mi cuello, era la gloria.









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Unas mujeres como de mi edad, trajeron unos vestidos blancos, con un vestido color azul oscuro para mí y otro verde para Katrina. En mi cabello colocaron una pequeña diadema y ya, eso fue todo.

── Oh, quien diría que eres una belleza ── Me dijo la mujer con una sonrisa burlesca. Yo le sonreí falsamente, puesto a que este lugar no me gustaba, y ella me caía mal ── Ven, hatun, camina

── Mi nombre no es hatun, es Romeesa ──Ella me volteo a ver con una cara rara.

Caminamos hacia unos grandes pasillos, había múltiples puertas, los pisos eran hermosos, en realidad esto era hermosa.

── Le besaras el dobladillo, y no la miraras a los ojos a menos que ella te diga ── La adolescente asintió no muy convencida, ¿que era esto?

Caminaron un poco más y la mujer tocó la puerta de los aposentos, unas mujeres de aspecto joven la abrieron, todas tenían la mirada en el piso.

La mujer apretó su agarré en mi brazo ── Mi piel es sensible, cuidado ── Ella me apretó más fuerte

── Cállate y besa su vestido ── La mujer la tiró al suelo, dónde descansaba  el traje fino de la mujer. Recogió el vestido con torpeza y lo beso. Mantuvo la mirada en el piso, las indicaciones eran esas.

Sintió como alguien tomaba su marcado mentón y lo levantaba. Cuando subió completamente la mirada, vió a la mujer que la rescató por así decirlo. Al lado de la mujer mayor, estaba otra muchacha alta, de unos 20 años, sumamente delgada.

── Señora saquenme de aquí, se lo suplico. Mi madre está sola en Grecia, mi padre la golpeará hasta su muerte, deje que me vaya. Se ve que ustedes son mujeres ricas ── Suplique, la mujer me veía con alegría, pero una alegría mala, su aura era densa.

La mujer robusta se acercó a regañarme y quitarme de allí, pero la mujer solo levanto su mano para que obedeciera ── No vas a poder salir de aquí, Romeesa. ── La chica frunció las cejas, ¿Cómo sabía su nombre? ¿Cómo que no la podía sacar de allí? Miles de preguntas corrieron por su mente.

⛱ ▋𝐏𝐥𝐚𝐲 𝐖𝐢𝐭𝐡 𝐅𝐢𝐫𝐞  .  .  .  𝐀𝐡𝐦𝐞𝐝 𝐢Where stories live. Discover now