-Baja.-Texteo Ax.-Abrí la ventana y  negué con la cabeza.-Vamos.-Sonrío, tomé la chaqueta de cuero y baje corriendo por las escaleras.

-¿A donde iras?.-Enrique salió de la cocina.

-Saldré.-Murmure.

-Ve con cuidado mami.-Mama se levanto del sofá y me sonrio.-Me avisas cualquier cosa.

-Te amo.-Me acerqué a besarle su frente  para después salir a buscar a Axel. 

-Piciosa.-Sonrío mientras salía de las sombras.

-Axel.-Corrí hacia él, subiendo a su regazo y abrazandolo fuerte.-No me sueltes.-Solloce.

-No te suelto Gótica.-Beso mi mejilla.-¿Qué pasa?

-Joss..-Mis lagrimas empezaron a caer y él solo las limpio.

-Es un idiota.-Me baje de su regazo y él me sostuvo la cabeza con sus manos en mis mejillas.-No debes llorar por alguien que tuvo que escogerte.-Mis lágrimas caían constantemente. 

-¿Por que siempre debe ser así?.-Masculle.-¿Por que debo ser una opción más?

-Por que son hombres.-Me tomó de los brazos y me abrazo.- Los hombres dan asco.-Sonreí en su pecho.- Yo te protegeré.-Beso mi frente. 

-Mientes.-Sonreí mientras caían mis lágrimas.-Todos mienten.

-No soy todos cariño.-Limpio mis lagrimas nuevamente.

-No se trata de ti.-Lo fulmine con la mirada.

-Lo se, pero no me incluyas.-Dejo de abrazarme.-Yo te amo Gotica.-Sus ojos brillaron al verme a los ojos.

-También te amo.-Le bese su mejilla. -¿Vino?.-Sonreí.

-Vamos por vino.-Sonrío y tomo mi mano para entrelazarla.- ¿No crees que tomas mucho vino ya?

-¿Y tu no crees que eres muy metiche?.-Sonreí mientras pasaba la botella de vino. 

-Rocio.-Me fulmino con la mirada.

-¿Que?.-Sonreí.- Solo lo amerita. 

-Rocio llevas tres botellas en el dia.-Se cruzo de brazos.- No es bueno que solo estés tomando vino o agua y gomas de mascar.

-Igual me voy a morir.-Carcajeé empinándome la botella de vino. 

-No es gracioso Rocio.-Me miro mal.-De verdad que no lo es. 

-Axel.-Le tome de la mano.-Mamá dijo que iba a morir.-Note sus ojos cristalizados.

-No puedes morir.-Sus ojos se dilataron para comenzar a llorar.-Rocío no juegues con esto.

-No lo hago y si lo haría no crees que mis brazos ya hubiesen estado cortados?

-Rocío no puedes morir.-Me barazo.-No puedes.

-Axel.-

-Rocio.-Lloro en mi hombro.-No te quiero perder.-Me apretó entre sus brazos.- Por favor no.

-Todo esta saliendo mal Axel.-Me recargue en su pecho.-No me quiero morir.-Sollocé.- Pero tampoco puedo hacer nada.

-Podemos hacerlo. -Sonrío con los ojos cristalizados.-Y cuando menos te des cuenta ya estaremos en Amsterdam con tu libreria y esa cafetería afuera.

-¿Y si muero este año?

-No morirás.-Me beso en la mejilla.-Se que no morirás.

-Nunca olvides que te amo Axel.-Una lágrima calló sobre mi mejilla, su dedo la limpio y me sonrío.

-Nunca olvides que cuando cumplas tus sueños estaré aquí para casarnos e irnos a Amsterdam.-Sonrío.-Sólo a empezar a ser felices juntos.-Me beso los labios.-Te Amo Tanto Rocío.

-Ax.-Me separe de él y el solo me miro con sus ojos brillantes.

-Gótica.-Sonrío.

-Sigo ebria.-Carcajeé.-¿Te aprovecharas de mi?

-No lo hare, vamos a casa.-Bajo hacia mis piernas y me tomo entre sus brazos.-Eres tan hermosa cuando eres tu misma.-Entrelazo sus labios con los míos y llamo ala puerta. 

-¿Que paso con ella?

-Se quedo dormida en el auto.-Sonrío al verme entre sus brazos.

-Pasa hijo.-Mama le abrió la puerta y el entro hasta mi pieza.

-Gótica.-Susurro en mi oído.-Puedes abrir los ojos.-Beso mi frente.

-¿Puedo fingir de nuevo que estoy dormida y me despiertas asi?.-Me quede colgada en su cuello y sus ojos ya no tenían brillo.-¿Axel?.-Su mirada se oscureció, mi cuerpo estaba muy junto de el. 

-Gótica.-Murmuró.-Debes dormir.

-¿Te quedarás?.-Pensó un segundo y se quito de mi.-Axel.-Masculle.-Pero que.-Levante la vista y estaba quitándome las zapatillas junto con los pantalones holgados. 

-No puedes dormir asi.-Sonrio.-¿Donde esta la pijama?

-¿Que es pijama?.-Empece a reir.-Yo solo duermo con un jersey y soy feliz.

-Rocio.-Me fulmino con la mirada.-Al menos dime donde esta el camisón negro.

-Está colgado en el tocador.-Sonreí al cubrirme con la almohada la cara. El salio y empezo a vestirme, yo solo me quedaba mirándolo. Era demasiado cuidadoso al tocarme, sobre todo al verme los brazos cicatrizados. 

-Dime que no volverás a hacerte daño.

-No volveré a creer en los hombres.-Eche una risita.

-Nunca lo has echo.-Me acomode en la cama y se quito las botas.- De verdad no quiero que te hagas daño.

-Relájate, he sobrevivido muchas veces a mi misma.-Me volví a levantar y esta vez para abrazarlo por la espalda.-¿Quien necesita un hombre?.-Sonrei.-Los hombres son tan estúpidos e innecesarios.

-Rocio.-Sonrio.-Yo soy hombre.

-Dijiste que no eras como ellos.-Me separe de el.-¿O me mentiste también como ellos?

-No.-Se levantó de la cama.- Solo olvidalo.-Se paró en la ventana.-Te e dicho que es un idiota, puedes olvidarlo.-Se quitó sus lentes negros.-¿Por que no lo entiendes?.-Trago grueso.-Yo te amo.-Pauso.-No entiendo por que le lloras a alguien que fue un idiota por haberte puesto como una opción cuando lo eres todo para alguien.

-¿Alguien?.-Me levanté de la cama.-¿Eres tu verdad?

-Gracias por notarlo.

-Dejemos de pelear Ax.

-No es pelea.-Me volteo a ver.-Solo.-Pauso.

-Perdón.

-Rocio.-Me jalo del brazo para abrazarme.-Perdón.

-Yo quiero estar contigo.-Le abrace aun mas fuerte.-Pero.-Pause.

-Pero no soy el.-Me alejo de él.-Está bien Rocio, debo ir a casa con mamá.

-Axel.-Tomo sus botas y salió de la pieza, pude escuchar como mama intento hablarle pero Axel no se detuvo.










STAY ALIVE.Where stories live. Discover now